Ganso y Pulpo

Catálogo

  • Imagen de cubierta Campaña estéril

    Cuento donde un artista relata el fracaso de su sueño en la capital.

    En el presente texto nos encontramos con el soliloquio interior que ofrece Juanito Lozano, recién acomodado en un vagón de tercera del tren que ha de llevarle de vuelta a su tierra tras quince años de campaña estéril en la capital del país. A la gran ciudad llegó para cumplir un sueño de gloria. A la pequeña ciudad provinciana que le vio nacer retorna para cumplir la necesidad de no morirse de hambre. Habiendo llegado con el propósito de escribir un drama espléndido, se hubo de contentar con un sainete lleno de chulos y chulas incapaces de disimular su acento gallego. Sin darse por rendido, buscó entonces la fortuna ejerciendo la crítica desde la columna de un diario. La fama, no obstante, no da de comer tan bien como un empleo de oficinista…

  • Imagen de cubierta La vida igual

    Cuento que expone la vida tranquila y rutinaria de un pueblo desde la experiencia de su sacerdote.

    Este cuento recoge con talante descriptivo y de una sola vez la rutina en que vive sus plácidos días un pueblo cualquiera de la meseta castellana desde hace, por lo menos, una treintena de años. La voz que recoge los pormenores de esta existencia es la del párroco del lugar, al que comienza describiendo en su pequeñez y falta de horizontes y extensión. El pequeño pueblo se presenta completamente terroso, poblado por caras que son de tierra también; un lugar donde ni siquiera el agua del río resulta buena, pues es positivamente caliente y demasiado cargada de limo. Desde que llegó a él, recién salido del seminario, los días han transcurrido del mismo modo, dando lugar a una rutina llena de quietud y con pocos sobresaltos.

  • Imagen de cubierta Mi amigo Godínez

    Cuento donde se contraponen el estudiante aplicado al estudio y el aplicado a la diversión.

    Pedro Pérez, ya hombre de edad, obtiene gusto al recordar sus años de estudiante, cuando su vida consistía casi en exclusiva en ser un galanteador recalcitrante, pues traer al presente aquellos recuerdos le hacen rejuvenecer. El viejo calavera no siente ningún remordimiento por su conducta en sus tiempos de mocedad, más bien al contrario. Sobre todo al recordar a otros compañeros de la facultad de Derecho, consagrados en cuerpo y alma al estudio exclusivo de las leyes. Uno de ellos era su amigo Godínez, que incluso empleaba sus horas libres en asistir a otras clases como oyente. Su tesón trajo como resultado dos carreras llenas de laureles y la pronta colocación en la universidad y en varias academias. Una vieja anécdota servirá para ahondar en este binomio antitético del estudiante aplicado al estudio y el aplicado a la diversión.

  • Imagen de cubierta Cuento a la moda antigua

    Cuento donde se reencuentran dos amigos calaveras que han tomado distintos caminos en la vida.

    Dos amigos vuelven a encontrarse inesperadamente después de cuatro años sin verse. Ambos se conocen desde hace mucho tiempo y han sido compañeros de farra y jugarreta en su juventud. Adalides de la picaresca galante, calaveras de profesión, se encuentran ahora de nuevo. El primero de ellos, Aurelio Mendoza, afirma vivir ahora regido por una conducta limpia e intachable. Resulta que encontró en su viaje a una mujer hermosa y rica y ahí decidió poner fin a sus barrabasadas. El segundo, Paquito Herrera, afirma que si bien tuvo la oportunidad de hacer lo mismo, se decantó por seguir con su vida de excesos y poca conciencia. Por ello, Mendoza decide amonestarle, considerándolo un necio, pues conocer las ventajas que reporta ser honrado en la sociedad llega a subvertir la pura picardía.

  • Imagen de cubierta De las memorias de Juan Gandul

    Cuento satírico cuyo protagonista hace de la pereza su felicidad.

    El protagonista de este brevísimo relato está orgulloso y feliz de poder asegura que, ya desde la misma fecha de su nacimiento, siempre ha sido un gandul redomado. Su empeño ha consistido en coleccionar años en los que no hubiera trabajado absolutamente nada y resulta que puede asegurar que se ha salido con la suya. Pero la vagancia, a la cual considera patrimonio exclusivo de los seres superiores, siempre exige sacrificios, de tal modo que pasarse la vida ganduleando cuesta un enorme trabajo. De ello da fe el testimonio de Juan Gandul, que relata el modo en que consiguió desembarazarse de los trabajos físicos e intelectuales hasta el punto actual, en que es un hombre absolutamente felicísimo.

  • Imagen de cubierta Antes del sorteo

    Cuento donde se fantasea con una vida nueva gracias a la lotería de Navidad.

    Son los días previos al sorteo del premio gordo de la lotería de Navidad y Pérez no puede resistir la tentación de soñar despierto, construyendo espléndidos castillos en el aire guiado por la idea de resultar agraciado en unos pocos días. Obviamente, lo primero que haría es suprimir el trabajo de su rutina diaria, pues el trabajo es aburrido y los ascensos parecen estar reservados para los amigos y familiares de personas influyentes. Pérez fantasea con la carta que escribiría a su jefe y el modo con que sorprendería a su mujer negándose a levantarse de la cama y vestirse para ir a la oficina. El bueno de Pérez da vueltas y más vueltas a la idea, dejándose llevar por la ilusión inherente al décimo… dejándose llevar demasiado, quizás.

  • Imagen de cubierta El niño enfermo

    Cuento donde un matrimonio pobre se enfrenta a la enfermedad de su hijo.

    Un padre llega de la oficina a su humilde hogar y se encuentra con su querida mujer algo nerviosa. Resulta que el niño tose y está completamente desganado. En primera instancia, el padre pretende quitar hierro al asunto, pero lo cierto es que la enfermedad del niño prospera y la idea de la muerte aleteando por toda la casa pronto se apodera de los padres. Sin recursos, buscan asistencia médica y la encuentran por fin en la casa de socorro. Un médico gordo, funcionario en el peor sentido que se le puede atribuir al puesto, acude a ver al niño enfermo con toda la parsimonia del mundo. Del mismo modo, entra en la casa echando el humo de su puro por la boca y da su diagnóstico de pulmonía con la mayor indiferencia. A los padres, en su pobreza, solo les queda un recurso: el Hospital del Niño Jesús.

  • Imagen de cubierta El desterrado

    Cuento donde las circunstancias sumen a una familia en la incomunicación con su benjamín.

    La familia de Gutiérrez se ve obligada, tras el nacimiento de su cuarto hijo, Pepín, a la desagradable necesidad de tener que enviar a su recién nacido a Guipúzcoa, con el objeto de que su delicada salud prospere en un ambiente más saludable que la ciudad. Por fortuna, el niño se fortalece en contacto con la naturaleza y, unos años después, el pequeño desterrado deja su casería guipuzcoana para retornar al piso urbanita de su familia natural. Allí, tanto sus padres como sus hermanos están deseosos de hacerle feliz, pero el niño permanece inexpresivo y mudo ante ellos debido a la tremenda nostalgia que siente por la tierra en que se ha criado hasta entonces. A ello se suma un pequeño problema: el pequeño solo conoce la lengua vascuence. Este problema de comunicación, que sume a todos en una distancia indeseada, encuentra su solución el día menos pensado…

  • Imagen de cubierta El beso

    Cuento donde un acto de amor desinteresado acaba salvando la vida del Jefe de una prisión.

    Nadie más violento y malvado que Juanillón, carne de presidio que, aun habiéndose salvado del garrote por un indulto, tiene escrito que ese ha de ser su final. Este vil hombre tiene un hijo, marcado ya desde su nacimiento para ir a presidio, tan feo, enclenque y malo de condición que nunca ha conseguido que nadie le bese, que nadie le asista o sienta lástima por él, que nadie le dé limosna o se compadezca de su mala fortuna. Ni siquiera su padre, al que visita en el presidio, ha tenido nunca un gesto de amor hacia él. Sin embargo, un día, en una de sus visitas, el pequeño tropieza, cae y se lastima. El Jefe de la prisión, al verlo, se acerca a asistirlo y procura calmarlo con un beso. El primer beso que un humano le brinda. Juanillón lo ve todo. Juanillón nunca olvida.

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