Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta La deuda flotante

    Sátira social donde el endeudamiento no hace distingos entre clases sociales.

    El Duque de Montes de Oro recibe de nuevo el lunes, y eso que lleva tres bailes seguidos dignos de un rey. Sin embargo, dicen que tras todo su boato no hay nada más que humo, que sus propiedades están hipotecadas y se las van llevando poco a poco los ingleses. Martínez Pedrosa comienza así, desde una conversación murumuradora en el parque del Retiro, un recorrido que comienza en el Duque y concluye en los fiadores de un tendero de un barrio bajo de la capital. El nexo en común de unos y otros es el endeudamiento. El uno fía al otro para dejar a deber a un tercero, y así sucesivamente en un ad infinitum que bien podría considerarse ridículo a pesar de lo verosímil. En un mundo en el que nadie suelta una peseta sin que le vaya a producir al menos tres, van desfilando por el relato, entre otros, una mujer de mundo, una modista, un capitán, una lavandera, un tendero, unos cosecheros… Y la deuda flota como una nube negra.

  • Imagen de cubierta La segunda hipoteca

    Cuento donde un usurero sueña con tener una segunda hipoteca en el cielo cristiano.

    Don Orosio Redondo, usurero de oficio, aun no siendo aficionado a soñar, pues ninguna ganancia soñada se materializa en forma de plata o de oro en sus arcas, tiene un vívido sueño que comienza con la huida de uno de sus deudores, al que debe ir a buscar a la iglesia. En el templo, don Orosio se verá perturbado por unas palabras del sermón del sacerdote desde el púlpito: la promesa de que Dios da ciento por uno. Con esta premisa, piensa al instante, ¡quién pudiera prestarle a Dios! Resuelto, sale dispuesto a dar dinero a las viejas que piden limosna en la puerta de la iglesia, pero entonces le asalta la duda del plazo. Porque ¿cuánto tiempo tardaría Dios en cumplirle la promesa del predicador? Una vez que el cura le ha asegurado que para Dios la eternidad es un instante, decide que lo más prudente es que le garanticen ese ciento por uno con una buena hipoteca en el cielo. Tras firmar la escritura, el sueño de don Orosio comienza a convertirse en pesadilla.

  • Imagen de cubierta El gallo de la Pasión

    Cuento donde un joven abogado reniega de la joven a la que deja embarazada en aras de un matrimonio más conveniente.

    Luisa, huérfana de padres, pobre y desvalida, gana miserablemente su sustento con el jornal mezquino que ofrece a la mujer la industria o el trabajo. Hace tres meses que es madre, y tres meses hace que el hombre a quien dio su amor y en quien confió su ventura, no ha vuelto a pisar los umbrales de su desdichada morada. Este es Carlos de Monreal, joven abogado a quien, una noche de Miércoles Santo, encontramos pidiendo a un rico almacenista de maderas la mano de su hija. Ante las preguntas de este, conocedor de los rumores que corren sobre su vida de soltero, se muestra libre de cualquier arrepentimiento. Como Pedro hizo con Jesús, niega hasta tres veces su historia de amor con la pobre costurera Luisa.

  • Imagen de cubierta Palomo

    Cuento donde la fidelidad de un perro predomina sobre la de una mujer.

    Palomo era el perro del batallón provincial de Laredo. Tuerto y con la oreja izquierda cercenada por un casco de metralla no es un animal bello físicamente, sin embargo en lo moral muestra un corazón más valioso que el oro. La cuestión es que tras tomar la absoluta el narrador de esta historia, vuelve a su pueblo acompañado de su fiel amigo Palomo. Ahí el hombre se enamora perdidamente de Rosalía, que es la antítesis completa del pobre y feo perro. Pronto se casa con ella, que tan solo tiene una exigencia que hacer a su futuro esposo: que se libre del chucho que lo acompaña. Él, aunque con pena, no duda en hacerlo y, cuando el tiempo muestra la ingratitud de su esposa y de un amigo, que lo deshonran con su amor adúltero, y él ya tiene la navaja en la mano, una nueva muestra de fidelidad cabe esperar del desdichado Palomo.

  • Imagen de cubierta La corrida

    Cuento donde un niño de una familia pobre y analfabeta acude por primera vez a la barbarie de una corrida de toros.

    En uno de los barrios bajos de Madrid viven Eulogio y Norberta junto con sus dos hijos: Felipín, que cuenta ocho años pero aún no va a la escuela, y un niño de pecho. Asfixiados y envilecidos por la pobreza, con pocas pertenencias para empeñar, reciben una limosna del Refugio. Lejos de emplearla para aliviar sus deudas y llenar sus estómagos, no dudan en gastar lo recibido en ir a una corrida de toros. Esta es la primera a la que asiste Felipín, cuya inocencia se ve corrompida por la vileza y la sangre del espectáculo. Al día siguiente, la familia ve una pendencia de honor entre dos vecinos en plena calle y el niño, tras su experiencia, entiende que debe festejar la barbarie, mientras su pequeño hermano, anémico, sigue debilitándose.

  • Imagen de cubierta La última encarnación del diablo

    Leyenda marítima donde el diablo busca vengarse de dos personas buenas.

    Es el año 1880 y el diablo se encuentra plácidamente en Barcelona cuando ve pasar a una señora acompañada de un criado. Entonces supone que tiene trabajo que hacer y la sigue hasta el momento en que esta entra en la iglesia de Santa Mónica. Transfigurado en la forma de un perro, se adentra también en el templo para tentar con el mal a la buena mujer, pero un monaguillo lo coge y sumerge en agua bendita antes de dejarlo en la calle. Este simple acto hace que el diablo deba volver al infierno completamente escaldado y leproso. Tras una terrible baja de cinco meses, decide vengarse de la mujer y el monaguillo, aventura que le llevará a surcar todos los mares del globo para darles escarmiento. No obstante, esta ha de ser la última encarnación de Satanás.

  • Imagen de cubierta Lo inmortal

    Cuento fantástico donde la inmortalidad se manifiesta a través de la fuerza.

    Los condes de Añorbe tienen en sus Estados todo lo que puede desear un mortal codicioso de oro, gloria y placeres. Sin embargo, una particularidad terrible llena de sombras su mansión real. Se trata de un voto antiguo, heredado y perpetuado desde el siglo XI, por el cual los condes se ven obligados a permanecer célibes. Fruto de esta castración moral resulta una familia que es la negación de la familia, pues de su hogar nunca puede lucir la llama del amor y estos condes eunucos procuran en vano derrochar en vida una fortuna de que no podrán disponer en muerte. El último de ellos, enfermo de gota, llama a un sobrino santurrón para que le suceda, desvelándole el gran secreto de la estirpe: el primer conde de Añorbe hizo pacto con el diablo, recibiendo de él un licor de inmortalidad a cambio de su alma. Este licor, que debe ser untado sobre el cuerpo inerte del conde, está encerrado todavía, pues todo sucesor ha optado por quedarse con las riquezas y esperar que el siguiente cumpla con su palabra. En esta ocasión, el ciclo va a romperse.

  • Imagen de cubierta Las aguas

    Cuento que satiriza los establecimientos balnearios de la época y las costumbres de la sociedad burguesa acomodada.

    Julia es joven, bella y elegante. Tiene por amiga y confidente a su prima Zoa y por marido a un viejo negociante y propietario, apellidado Romeo, que no tiene otro objetivo en el mundo que satisfacer todos los caprichos de su mujercita. Un día, azuzada por su prima Zoa, que amanece, anochece y trasnocha en su casa, Julia plantea a su marido la necesidad de ir a tomar las aguas del balneario de Mejoranza, uno de los lugares donde se dan cita en verano las familias más reconocidas de la buena sociedad. Tocado en su fibra, el marido accede a asumir el gasto y dejarlas marchar. Sin embargo, un lío amoroso latente hace enfermar verdaderamente a la muchacha. Desde entonces, cada año busca el fin de sus problemas en otros balnearios, sin encontrar en sus aguas la vitalidad perdida. Finalmente, su marido la lleva a Trillo, un poblacho de vetustas aguas donde se da cita una sociedad más campechana y humilde, polo opuesto de Mejoranza…

  • Imagen de cubierta El retrato y el pañuelo

    Cuento donde se confrontan los valores de un adulto de alta sociedad con los de un golfo callejero.

    Es día de revolución. Las calles de la capital se llenan de barricadas y gritos llenos de violencia contra el poderoso de ayer. Defenderlo requiere de mucho valor, heroísmo o abnegación. Pero no es el caso de uno de sus protegidos, a pesar de que es a ese hombre a quien debe su posición, nombre y riqueza. Así es que se debate ante el dilema de dar la cara por él o renunciar a su relación, simbolizada en un gran retrato del gran hombre que tiene sobre la chimenea. Su decisión contrasta con una segunda escena, donde Pesquis, un chiquillo miserable, golfo callejero que se gana la vida robando pañuelos a los señores en un gran paseo, se encuentra ante la tesitura de ayudar a su compañera teniendo para ello que delatarse.

  • Imagen de cubierta Un vestido de boda

    Cuento donde el matrimonio de conveniencia entre un general y una joven concluye en tragedia.

    Pura es lo que se llama un modelo de perfecciones en lo físico. Ahora bien, en lo moral ya es otra cosa. Mientras sus amigas la tachan de coqueta, los pocos hombres que se han visto tentados por su belleza coinciden en tacharla de mujer peligrosa, afirmando que su afición al lujo y a las joyas es un abismo sin fondo, pronto a tragarse la más sólida fortuna. No obstante, sus dieciocho años y su educación de niña mimada disculpan estos defectos; al menos en el caso del general, que a sus cincuenta y dos años bien conservados ha tomado la decisión de pedir la mano de la joven. Aceptado el trato, la primera cosa que el general se había reservado con particular empeño era la confección del vestido de boda de su prometida, que corona un broche con un ramo de azahar. Al colocárselo, este cabecea y está a punto de caer, convirtiéndose así, a un tiempo, en símbolo de confianza del que pronto será su marido y en preludio de tragedia.

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