Ganso y Pulpo

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Emilio Gutiérrez Gamero

Introducción

Emilio Gutiérrez Gamero fue hombre activo de su tiempo, empleado a lo largo de su vida en diferentes disciplinas: ya fuera como jurista o agente de cambio y bolsa, como político o como periodista y escritor.

En el campo político, fue militante del Partido Radical y, como diputado a Cortes, votó a favor de la I República y jugó un papel importante en el proceso de abdicación del rey Amadeo I.

En el campo de las letras destaca su ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1919, dedicando su discurso a la «novela social». Como novelista queda inscrito en la tendencia del realismo, predominando en sus textos el carácter sentimental y el reflejo de la vida político-social de la época. No obstante, su producción literaria más celebrada es la serie dedicada a sus memorias {Mis primeros ochenta años}, donde las anécdotas y acontecimientos políticos y socioculturales predominan sobre lo personal.

Ganso y Pulpo reedita parte de su producción literaria desde el día 7 de julio de 2010.

Semblanza

Gutiérrez Gamero nació el 7 de mayo de 1844 en la calle de La Ballesta, nº 6, de Madrid. Su padre era hombre comprometido con la causa liberal de Leopoldo O’Donnell, lo cual hizo que ya desde pequeño respirase en casa el aire misterioso e íntimo de las preocupadas conspiraciones.

En 1867 acabó sus estudios, licenciándose en Derecho por la Universidad Central de Madrid. Tan solo dos años más tarde es nombrado, junto a Raimundo Fernández Villaverde, Secretario de la Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, institución de la que acabaría siendo profesor en 1872. Su situación social le permite ingresar en este año de 1869 como socio del Casino de Madrid, institución a la que estuvo ligado íntimamente durante 67 años.

Como él mismo afirmaba {cfr. “Los vetustos y admirados abuelos de la péñola”, «Heraldo de Madrid», 28-XI-1928}, pasó la juventud unas veces sublevando soldados en Barcelona con el general Lagunero, en Zaragoza con el general Merelo o en Valencia con Villacampa; y otras de agente de Bolsa o en algún bufete de abogados. En 1872 fue elegido diputado a Cortes por el Partido Radical, que dirigía su amigo Ruiz Zorrilla. Siendo como era un liberal republicano, votó a favor de la I República tras la abdicación de Amadeo I de Saboya.

Ahora bien, la inestabilidad política y económica, que trajo consigo una gran caída de la bolsa, arruinó a sus clientes y a sí mismo, quedando en grave precariedad económica. Ello, unido concretamente el 11 de febrero de 1873, hubo de salir de naja hacia París junto a su mujer y sus dos hijos.

En la capital francesa fue nombrado miembro de la Comisión de Hacienda de España en París, para asuntos de deuda pública, cargo del cual fue cesado en 1875. A partir de entonces se emplea como corresponsal de Las Novedades, diario en español para Nueva York, y de otro periódico mejicano. De su estancia en Francia resultan interesantes sus relaciones con Víctor Hugo, Léon Gambetta, Daudet, Paul Feval, Sarah Bernhardt, la Academia Francesa y Alejandro Dumas {hijo}.

Retornó a España en 1878, dispuesto a ocupar un puesto de delegado del Banco de España en Jaén y a no seguir conspirando. Pocos años después torna a Madrid, de la mano de Segismundo Moret y Alberto Aguilera, para formar un partido político demócrata y monárquico por necesidad. Es en estos lustros finales del siglo XIX cuando escribe sus primeras novelas, agrupadas en Del Natural y de las que él reniega en sus memorias.

Durante algunos años ostenta varios cargos que le llevan de ciudad en ciudad. Así, fue nombrado Gobernador Civil de Valencia o, después, interventor de la Delegación de Hacienda de Burgos. Finalmente, cansado de los bandazos inanes de la vida política española, comienza su carrera literaria. El pistoletazo de salida lo supone desde 1897 el conjunto de novelas «Los de mi tiempo». En 1911 se jubiló definitivamente del empleo público para dedicarse de lleno a la literatura.

El 6 de junio de 1920 ingresó en la Real Academia de la Lengua, con un discurso sobre la novela social. Desde esta institución fue él quien propuso, tras la muerte de Manuel Sandoval, el 15 de diciembre de 1932, el ingreso de Miguel de Unamuno en la Academia.

Emilio Gutiérrez Gamero falleció el 26 de marzo de 1936, debido a una afección bronquial.

Labor literaria

Gutiérrez Gamero, fervoroso e implicado demócrata en su juventud, fue un escritor tardío. Tanto es así que su primera novela, Sitilla, fue publicada cuando él contaba ya 54 años.

Todas sus novelas tienden a dar una visión de la vida española durante la segunda mitad del siglo XIX. Dentro de este enfoque de la novela realista, sus tipos y escenarios suelen desembocar en los ámbitos de lo social y lo político.

Por otra parte, cabe destacar que sus primeros trabajos novelísticos, los diez tomos de sus novelas que componen «Los de mi tiempo», no le hicieron obtener mucha ganancia económica. Ahora bien, aun vendiéndose poco le sirvieron para ganarse el sillón de la Academia.

El 18 de diciembre de 1926 se publicó en La Libertad una entrevista que brindó el escritor a José Montero Alonso. A partir de ella podemos conocer de forma directa el enfoque que tenía Gutiérrez Gamero acerca de varias cuestiones relativas a la creación literaria. La primera, que emplea un método creativo directo, en bruto, no planificado.

—Antes de ponerse frente a las cuartillas, ¿hace usted algún plan escrito para sus novelas?

—No, tampoco… El asunto, los ambientes, las figuras están en el pensamiento exclusivamente… Y de él van a las cuartillas…

Por otra parte, destaca su autocrítica sincera y optimista.

—¿Quiere usted citarme alguna de estas obras preferidas por usted?

—¿Querrá usted creerme si le digo que ninguna de mis novelas me satisface por completo? Las que me parecen… menos malas son «La olla grande», «El corregidor de Almagro» y «Clara Porcia», en este mismo orden en que yo se las digo… Al público, sin embargo, no le parece lo mismo… […] Y no crea usted […] que esto me descorazona y me entristece. Nada tan lejos de mi espíritu, que huye de todo desaliento y de toda tristeza. Yo escribo sólo por escribir, porque me gusta, por ese placer de prolongar nuestra vida interior en la vida de las cuartillas… He sido siempre un optimista.

En esta entrevista, en relación a su estilo literario sencillo, destaca la paradoja de la fácil lectura y difícil escritura.

—¿Escribe usted con facilidad, D. Emilio? —le pregunto ahora.

—No. Y nadie lo imaginaría al ver que mi prosa parece clara, natural, sobria… Sin embargo, tras esa sencillez de estilo de mis páginas hay una preocupación, un esfuerzo de ir seleccionando, de ir buscando lo más exacto y lo más bello… Me cuesta escribir… Y creo que en la mayor parte de los escritores se da el mismo caso. Tras la apariencia de un estilo sencillo se esconde casi siempre esa labor que el público no ve… Yo recuerdo que en París el gran Alfonso Daudet me hacía esta misma confesión cuando yo le felicitaba por la primorosa tersura de su prosa…

En relación con dicho estilo rescatamos también aquí unas palabras de Araujo-Costa publicadas en el reportaje de Emilio Fornet titulado «El novelista D. Emilio Gutiérrez Gamero» {Heraldo de Madrid, 04-X-1929}.

El Sr. Gutiérrez Gamero es, ante todo, un conversador. Su pluma va llevada con admirable buen gusto, como si el autor hablase ante un grupo de amigos en vez de escribir para un círculo grande de lectores.

Publicó cientos de crónicas, cuentos, narraciones históricas y novelas breves, sobre todo en la prensa de la época. Encontramos su firma en publicaciones científicas al principio, como es el caso de la Gaceta de los Tribunales, cuya redacción abandonó en 1868. Y más tarde, dedicado ya a la crítica artística y el cuento en Los Lunes de El Imparcial, La Ilustración Española y Americana, Gente Vieja o Blanco y Negro. También se puede encontrar alguna colaboración en La Esfera y, finalmente, en el diario La Libertad, donde firmó una serie de artículos de memorias titulada «La España de ayer».

Producción

Novela

  • Sitilla {1897; serie Los de mi tiempo}
  • El ilustre Manguindoy {1899; serie Los de mi tiempo}
  • Carlos Edel {1902}
  • El conde Perico {1906; serie Los de mi tiempo}
  • La olla grande {1909; serie Los de mi tiempo}
  • La piedra de toque {1910; serie Los de mi tiempo}
  • La venganza de Elvirita {1910}
  • El placer del peligro {1911}
  • Telva {1911; serie Los de mi tiempo}
  • La canción del sauce {1912}
  • La pasión villana {1912}
  • El equilibrista {1913}
  • Vidas truncadas {1914}
  • Al borde del drama {1918}
  • Poderoso caballero {1921}
  • El corregidor de Almagro {1922}
  • La gotera {1922}
  • Donde las dan... {1923}
  • El loro mudo {1923}
  • La huella del pecado {1923}
  • Dudas tremendas {1924}
  • El aderezo de esmeraldas {1924}
  • Tentación {1924}
  • Clara Porcia {1925}
  • Las primeras sopas {1925}
  • Shakespeare II {1926}
  • Lo que dicen dos casadas {1927}
  • El que a cuerno mata {1928}
  • Mi amigo el verdugo {1930}
  • Entre purgatorio y gloria {1931}
  • Las remembranzas de Luci {1931}
  • La pícara vida {1953}
  • Memorias de Tomás Andurain {1954}

Cuento

  • La derrota de Mañara {1907}

Ensayo

  • Andróminas {1901}
  • La novela social {1920}
  • Hojeo : ensayos {1951}
  • En defensa del siglo XIX {1952}

Memorias

  • Mis primeros ochenta años {1926-1934}
    1. Mis primeros ochenta años {1926}
    2. Lo que me dejé en el tintero {1928}
    3. La España que fue {1929}
    4. Clío en Pantuflas {1930}
    5. El ocaso de un siglo {1932}
    6. Gota a gota el mar se agota {1934}
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