La restauración de la Independencia de Portugal, declarada el 1 de diciembre de 1640, marcó el fin de 60 años de dominio español bajo la Unión Ibérica, cuando Portugal estuvo gobernado por la dinastía de los Habsburgo. El movimiento independentista fue encabezado por la nobleza portuguesa, que se rebeló y restauró la monarquía portuguesa con Juan IV. La paz se estableció definitivamente con el Tratado de Lisboa en 1668, reconociendo la soberanía de Portugal.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: