El convento de las Carboneras del Corpus Christi se encuentra en la plazuela del Conde de Miranda, en Madrid, desde el año 1607. Pertenece a la orden de monjas jerónimas y recibe su nombre por un cuadro de la Virgen Inmaculada que fue encontrado en una carbonera y donado al convento.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: