El viaducto de Segovia es una construcción existente en el centro de Madrid. Se inauguró en 1874, estando constituido de hierro y madera. Ya desde entonces fue un destino recurrente de los suicidas. Siendo prolongación de la calle de Bailén, toma su nombre de la calle de Segovia, que transcurre bajo el mismo.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en los siguientes 4 textos: