El convento de San Diego de Alcalá, ubicado en su momento a las afueras de Sevilla, perteneció de la Orden de Frailes Menores Descalzos de San Francisco entre finales del siglo XVI y finales del siglo XVIII. Fue derribado en 1893, dando lugar a la creación de un parque público.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: