El bacalao de Escocia, procedente como su nombre indica de Escocia, fue considerado durante el siglo XIX como el más gustoso que pudiera adquirirse. En aras de su conservación, estaba sometido a una forma de secado forzado que lo resecaba por completo.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: