Ganso y Pulpo

Catálogo

  • Imagen de cubierta La perla del molino

    Cuento donde un calavera se redime gracias al amor y la virtud de una campesina.

    Es este uno de esos cuentos que acaban bien a pesar de que todo apunta a que debería ocurrir lo contrario. Gustavo es un calavera que se dedica a vagar sin objeto por las calles de la corte madrileña, aburrido de sus propios excesos, cansado de no hacer nada. Tras una pérdida importante de dinero en una mesa de juego, parte hacia el pueblo de su rico tío una temporada. Ahí, sin esperarlo, se produce un cambio fundamental en su vida, adquiere la madurez que a sus treinta y cinco años brillaba por su ausencia. A ello quizás ayuda el aire puro del campo, pero sobre todo la presencia de María, una joven campesina, hija de un molinero. Las diferencias de edad y economía no son suficientes para evitar que se enamore perdidamente de ella, encontrando la redención en el amor, gracias a la virtud que la muchacha encarna.

  • Imagen de cubierta ¿Por qué?

    Cuento donde la ignorancia se presenta como el peor de los males de la sociedad humana.

    En un alegre valle rodeado de montañas y dividido por un riachuelo se encuentra una pequeña aldea de muy antiguo origen. En cada orilla de dicho río, cuenta con un grupo distinto de viviendas. El conjunto de la orilla izquierda del riachuelo se remonta a los orígenes mismos del núcleo de población y cuenta, desde cuatro siglos atrás, con una iglesia de rico arte. Sus vecinos son gente apegada a la tradición y el conservadurismo. En conjunto de la orilla derecha surgió trascurridos cuatrocientos años, cuando se presentaron en la aldea unos extranjeros que acababan de comprar varias minas de hierro en las montañas y que dieron en abrir una fábrica con altas chimeneas. Sus habitantes, al contrario de los primeros, eran gentes de ciencia y convencidas de las virtudes del progreso. Las diferencias entre unos y otros resultan insalvables. Pero ¿por qué?

  • Imagen de cubierta La Venta del Gallo

    Cuento histórico que da cuenta del enfrentamiento entre el marqués de Villena y el rey Enrique IV.

    Corre el mes de febrero del año de 1459. En el tortuoso camino que por entonces existía entre Talavera de la Reina y la histórica y antigua ciudad de Trujillo existe una venta, llamada del Gallo por su veleta de latón, regida por un tal Juan Orbea. Es este un soldado retirado que, habiendo quedado manco tras luchar en el bando del rey Enrique IV de Castilla, decidió seguir sus días como ventero. En la noche que nos ocupa nadie ha llamado a su puerta hasta el momento en que lo hace un caballero armado de punta en blanco. Enseguida reconoce en él a su bienamado rey que, fatigado y denostado, no tiene donde recuperar sus perdidas fuerzas. Perseguido por sus enemigos, encontrará en el ventero Orbea la fidelidad que ha de salvarle la vida y hacerle recuperar sus verdaderas fuerzas.

  • Imagen de cubierta El collar de topacios

    Cuento donde el poder fantástico de un collar conlleva una decisión tan nefasta como ridícula.

    Esta es la historia de Casiano Fernández, hombre ya fallecido cuando da comienzo la narración. Se trataba de una persona a la que siempre le resultó difícil tomar decisiones, escoger entre una y otra opción, pasando así la vida en un dejarse llevar por las acciones o inacciones de los demás. En relación a las mujeres siempre le gustaron, aunque no podría decirse cuál era su tipo. Seducido por la idea de formar una familia propia, no se atreve sin embargo a dar el paso por la posibilidad de acabar divorciado. No obstante, acaba yendo a la vicaría después de conocer a Rogelia, una simpática muchacha que resultaba sin duda un buen partido para un hombre que carecía de ambición. A la hora de hacerle el regalo de novios acaba regalándole un collar de topacios que, supuestamente, tiene el poder de desvelar las infidelidades haciendo desaparecer sus cuentas.

  • Imagen de cubierta El número trece

    Cuento que carga con humor contra la superstición hacia el número trece.

    Pedro Escamilla parte de la incomprensión hacia el grueso de las supersticiones y, más concretamente, hacia la enconada aversión que algunas personas tienen a algo tan nimio como el número trece. A este propósito, procede con la relación de una historia que presenta como verídica y de la cual difícilmente podrá sacarse la conclusión de que el trece sea un número siniestro. Dicha historia es la protagonizada por Juan García que, desde que se rompió una pierna a los trece años, llevó hasta la exageración el horror que profesaba a dicho número. Ya en edad adulta, se muestra sujeto indudablemente a la influencia del número trece y, dicha creencia está tan arraigada en su mente, que los días trece del mes no sale su casa. Un premio en la lotería acabará demostrando que su aversión supersticiosa podría ser, realmente, la razón de todas sus desgracias.

  • Imagen de cubierta El doctor Gravidius

    Cuento que reflexiona sobre el determinismo social y la libertad.

    Se encuentran reunidos para el café el doctor Gravidius, el artista Germánico y el trabajador Lorenzo Cámara; tres hombres que completan la personalidad humana, pues representan respectivamente la razón, la imaginación y la voluntad. Debaten sobre la conciencia y la toma de decisiones, confrontándose la idea de la libertad con las tesis del determinismo social que defiende el doctor. En este contexto se une a ellos Lázaro, un desgraciado amigo del artista a quien su familia ha abandonado por holgazán y al que sus parientes han arrebatado los únicos bienes que una herencia le dejó. En términos deterministas, el doctor insinúa que el final de este hombre será el atentar contra su propia vida. Pasados más de quince meses desde esta reunión, un día llega la noticia de la muerte de Lázaro y una duda: el acto trágico… ¿había sido libre?

  • Imagen de cubierta Tremielga

    Cuento donde la envidia que siente un artista por otro se torna patológica.

    El maestro pintor Lucio y su discípulo León están concluyendo la obra pictórica de la catedral después de cuarenta años de trabajo empleados por el mayor de ellos. El cercano final de la obra le hace recordar a su propio maestro, a su enamorada Pepilla y también al desventurado Tremielga. Era este amigo suyo del alma, hombre con tanto talento como amor propio que, un mal día, consideró que Lucio le robaba sus ideas pictóricas. Todos vieron pronto que Tremielga le tenía envidia, aunque resultara difícil de creer por los méritos artísticos de este. Poco tiempo después se dio una situación similar respecto a su novia Pepilla, tras lo cual Tremielga decidió marcharse a Alemania. De vuelta muchos años después, dispuesto a conquistar la gloria, da muestra de cómo la envidia puede sumir al hombre en tremenda confusión.

  • Imagen de cubierta ¡Adiós mi dinero!

    Cuento satírico que da cuenta de las desventuras de una familia que desea ir de veraneo a San Sebastián.

    Este cuento de talante satírico parte del concepto de la moda y, concretamente, de la costumbre del veraneo, para centrarse en el caso concreto de la familia formada por don Gumersindo, doña Concepción y su hijo Angelito, representantes de la clase media baja que ahorra laboriosamente durante catorce o dieciséis años para poder satisfacer la vanidad de presumir, aunque solo sea por una vez en su vida, de que han pasado uno o dos meses de verano en un balneario de la costa cantábrica o mediterránea. Decididos a pasar el mes de julio en San Sebastián, uno piensa en hacer buenos contactos, otra en desmayarse cerca de algún apuesto marinero, el tercero en dar un buen braguetazo con la hija de un ministro o un banquero… Eso sí, a ninguno de ellos se le ocurre pensar que algo pueda ir mal.

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