Ganso y Pulpo

cherryblossomuk.co.uk

José de Siles

Introducción

He aquí uno de los nombres recurrentes en las numerosas listas de escritores de la bohemia —también del Naturalismo— en España. Sus trabajos literarios abarcan, principalmente, los campos de la poesía, el cuento y la narrativa breve. Además, también escribió alguna que otra comedia y, como periodista, escribió numerosos artículos de costumbres y críticas de arte. A todo ello debe añadirse alguna que otra traducción del francés, como las de la novelas El profesor de Tous o El galán de la gobernadora, de André Theuriet.

Ganso y Pulpo reedita parte de su producción literaria desde el día 18 de abril de 2011.

Semblanza

Resulta complicado encontrar información biográfica de José de Siles. Sin embargo, pueden trazarse algunos de sus rasgos vitales a través de las líneas que sus contemporáneos le dedicaron en la prensa de la época o en sus memorias.

Comenzamos este trayecto en 1903, cuando en la revista Pluma y Lápiz {Núm. 154}, a propósito de la publicación de Los fantasmas del mundo, se presentan algunas poesías suyas así como un retrato y un pequeño elogio del que rescatamos lo siguiente:

Trabajador infatigable; periodista de buena cepa; poeta inspiradísimo; prosista elegante, sus trabajos son generalmente apreciados en todo su valor, que es mucho, porque son de los que por su fondo y por su forma llegan al alma, deleitan la imaginación y conmueven las fibras más recónditas del sentimiento.

El 30 de diciembre de 1907, Emilio Carrere escribía en el diario republicano El País una «Silueta pintoresca» del autor, titulada «Siles y su carrik». En ella presenta al escritor como «superviviente de la última bohemia».

Siles es un superviviente. Su vida ha sido una cuerda floja donde él ha realizado prodigios funambulescos. Conoce el vacío espantoso de las noches sin albergue y el café con media ha sido el inverosímil fundamento de muchos años.

Destaca el contraste de su vida miserable y maltratada con la persistencia de un espíritu entusiasta y juvenil, como leemos en las siguientes líneas:

Siles ha hecho vida trashumante durante mucho tiempo, sin más compañía que su absurdo chaquet. Es un hombre franco, bebedor, artista y mujeriego; a pesar de su cabello cano, cuando habla hay en sus ojos un derroche de entusiasmo y de juventud.

La herencia recibida de un tío rico se convierte en punto de inflexión, aunque en un plano materialista poco cambio trae consigo pues, según nos cuenta Carrere, los empleó en editar sus obras completas:

Cayó sobre el bohemio un portentoso aluvión de miles de duros, y el chaquet fue sustituido por un carrik. Este fue el único cambio ostensible en su vida. […] Y en breve espacio, uno tras de otro, lanzó a la voracidad pública veinticuatro libros de versos, de cuentos, novelas, artículos, crítica, filosofía… […] Ha echado fuera de sí la carga mental que supone esta labor literaria y ha vuelto a pasear por las tabernas y los cafés, envuelto en su pintoresco carrik. Ni ha enviado apenas ejemplares a los periódicos ni ha intentado fabricarse su gloria solicitando bombos de los amigos, como el pedantón del pórtico de Salamanca.

La conclusión de esta pequeña semblanza expresa los mejores deseos de Carrere para el destino del bohemio artista.

Continuamos nuestro acercamiento de la mano de Andrés González Blanco, que le dedica un pequeño artículo titulado «Un novelista olvidado» en la revista Prometeo el día 1 de julio de 1909. Su exordio está dedicado, como puede comprobarse en la siguiente cita, a la esencia bohemia del escritor:

José de Siles es un bohemio incorregible, el último de los bohemios de la pasada generación. […] José de Siles ha tenido la originalidad de no ser un apóstata de la bohemia.

Por otra parte, en relación a la labor literaria de Siles y su descripción intelectual en términos de hombre renacentista, extraemos del artículo las siguientes palabras:

La labor de Siles es múltiple y diversa. Poesía, novela, cuentos, apuntes e imprecisiones; todos estos géneros los ha tentado con mayor o menor acierto. […] Sus obras completas, que forman ya veinticinco volúmenes, están editadas por el laborioso Gregorio Pueyo. […] Añádase a esto que Siles es en su vida privada un entendido bibliófilo, un anticuario, un amateur de arte como hay pocos en nuestra patria. Su charla, chispeante e ingeniosa, es además instructiva. Completa el tipo exacto de aquellos eruditos del Renacimiento que eran unos causeurs gracejantes, a más de unos sabios versados en todas las disciplinas.

José de Siles murió el 24 de junio de 1911 y, por consiguiente, en la prensa de los días siguientes pueden encontrarse algunas necrológicas. La más elaborada de entre las que hemos encontrado es la publicada el día 29 en el diario El País. De ella traemos aquí las siguientes palabras:

Como todos, o casi, los escritores de la época en que comenzó a escribir, amó Siles la bohemia, a cuyo funesto encanto se rindió. […] Y esto y no otra cosa hizo toda su vida Siles; canta como la cigarra de la fábula, sin otra preocupación. […] Y así dejó transcurrir los años hasta que viejo, achacoso y enfermo, sin energías para continuar la lucha ruda que poco a poco había consumido su vida, se «dejó caer», como vetusto paredón que se derrumba por la acción del tiempo, en medio de la calle, de la que tal vez fue recogido porque no sirviese de estorbo…

Ahora bien, de entre ellas atrae sin lugar a dudas la escrita por Emilio Carrere, publicada en Madrid Cómico el 1 de julio de 1911 y recogida más tarde en El dolor de la literatura {1929}, y que comienza del siguiente modo:

Ha muerto José de Siles, poeta, filósofo y cronista; ha muerto ciego y pobre en el horror sin nombre del hospital, y su manera de morir ha sido el obligado epílogo de su bohemia.

Como puede verse en la siguiente cita, la entrega obsesiva de su vida a la literatura sin recibir por ello nada más que miseria se convierte en sus breves párrafos en clave existencial del autor:

Por la obsesión de escribir renunció a todo y sacrificó los cincuenta años de su vida. Ha dejado veinticinco volúmenes de poesía, de cuentos, de crítica, que no le produjeron una sola peseta ni pondrán una sola hoja de laurel sobre su ataúd pardo y siniestro del hospital. […] Así caen destrozados entre la indiferencia los bravos paladines de la bohemia.

Quede para el recuerdo la última frase de este amargo escrito de Carrere:

Siles ha muerto de una manera trágica; hallaron su cuerpo caído en medio del camino, y en una carreta, como un fardo inútil, sin saber quién era, le condujeron al hospital.

Y acabamos este recorrido con la vívida mención que Rafael Cansinos-Assens hace de Siles en La novela de un literato: hombres, ideas, efemérides, anécdotas:

Otro de aquellos individuos era un literato ya viejecillo, delgado y chupado, llamado José de Siles, que, pobre toda su vida, acababa de heredar de unos parientes y se estaba gastando el dinero en publicar sus Obras completas, que iban a parar a los baratillos. Probablemente era el que invitaba a los otros a cuenta de irónicos elogios… Yo saludaba y pasaba de largo, huyendo de aquel infierno de alcohol y bohemia…

Labor literaria

En el ámbito de la narrativa, aunque Juan Ignacio Ferreras, en su Catálogo de novelas y novelistas españoles del siglo XIX señala que «habría que situarle entre los novelistas “eróticos” de finales del XIX y primeros del XX», lo más habitual es etiquetar su producción narrativa como adscrita a la estética naturalista. Por ejemplo, Pura Fernández, en su ensayo Mujer pública y vida privada, sitúa tres de las novelas de José de Siles —La seductora, Juana Placer: Historia de un temperamento y La hija del fango (historia del natural)— «en la misma órbita de las novelas médico-sociales de López Bago». Asimismo, Víctor G. de la Concha lo define como «autor prozolesco» en su Historia de la literatura española: Siglo XIX (II).

En el ámbito de la poesía, su producción queda pronto ligada a la estética del Modernismo. De hecho, aparece en la primera antología de poesía modernista española, La corte de los poetas. Florilegio de rimas modernas, preparada en 1906 por Emilio Carrere.

Por último, si nos centramos en su producción literaria de rotativo, encontramos su firma en, al menos, las siguientes cabeceras: La Época, Pluma y Lápiz, Ilustración Artística, La Ilustración Ibérica, La América, Revista de España, La edad dichosa, Revista Contemporánea, La Moda Elegante, España y América, La Gran Vía, Barcelona Cómica, La Lidia, Por Esos Mundos, El Pueblo, Alma Española, Álbum Salón, Nuevo Mundo, La Dinastía, Iris, La Ilustración Católica, Heraldo Militar, Madrid Cómico, El Progreso o El Heraldo de Madrid {que abandonó a finales de octubre de 1891, al mismo tiempo que su director Rafael Comenge, el redactor en jefe Manuel Alhama Montes, y otros dos redactores: Ramón Peris y Adolfo Fernández de Castañeda}. También fue director de El Mundo Artístico en 1889.

Producción

  • Kristian : poema dramático {1879}
  • Lamentaciones : poesías {1879}
  • Noches de insomnio : imágenes, fantasías, poesías {1880}
  • Imago : poema {1882}
  • El diario de un poeta : poesías {1885}
  • Bellas Artes {1887}
  • Historias de amor : cuentos {1887}
  • La seductora : novela {1887}
  • Un joven sensible {1888}
  • Gran espectáculo : cuadros de costumbres {1889}
  • Juana Placer: Historia de un temperamento {1889}
  • La vida pobre {1889}
  • La pícara Cornelia {1890}
  • Sonetos populares {1891}
  • El asesino de Lázaro {1892}
  • Relatos trágicos {1893; con C. Rubio y J. Comas}
  • La hija del fango : estudio del natural {1893}
  • La lira nueva : traducción {1895}
  • Las primeras flores : lamentaciones – quimeras; 1871–1879 {1898}
  • Certamen de flores : alegoría dramática en un acto, original y en verso {1902}
  • El demonio moderno : comedia en un acto y en verso {1902}
  • Los fantasmas del mundo : poemas de la realidad y la fantasía {1903}
  • La niña del fraile : novela cómica {1904}
  • La estatua de nieve : novela {1905}
  • La novia de Luzbel : cuentos {1905}
  • Memorias de un patriota : relatos de guerra {1905} {Vol. 10 Obras completas}
  • Acuarelas del redondel : narraciones taurinas y chulescas {1905}
  • La casa de la alegría : cuentos {1905}
  • El cincel y la paleta : notas de arte {1905}
  • Cielos y abismos : cuadros de la naturaleza {1905}
  • La copa de veneno : cuentos {1905}
  • El carnaval eterno : sátiras {1905}
  • El paraíso de los pobres : cuentos {1905}
  • El drama del Calvario : leyendas místicas {1905}
  • El lobo y la oveja : cuentos {1905}
  • Boda buena y boda mala : cuentos {1905}
  • El calavera : comedia {1909}
  • La Chusma {Jeremiada} : poesía {1910}
  • El barón de chicha y nabo {s.a.}
  • La Musa retozona : poesías cómicas, satíricas y picarescas {s.a.}

Antologías

  • ¿Pican… pican? : cuentos naturales {1885, antología con López Bago, La Sagra y Boccaccio}
  • La corte de los poetas. Florilegio de rimas modernas {1906}
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad