Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta Un artista oscurecido

    Cuento que narra la caída en desgracia de un orgulloso zapatero en tiempos de industrialización.

    Desde la ventana de su casa, el narrador de esta historia ve pasar cada mañana a un hombre de unos sesenta años, deteriorado tanto en su físico como en las piezas de su guardarropa. Pronto se percata de que este hombre se instala en un portal de la acera de enfrente, colocando un cartel que avisa a los transeúntes de que ofrece sus servicios como maestro de obra prima. Su maestría artesana era la propia de un zapatero. Y como el señor Crispín, que así se llamada, parece al narrador un hombre excepcional del que sospecha en en otros tiempos pudo haber ejercido más alta influencia que ahora, se decide a abordarlo con trabajo para llegar a conocerlo. Es así que ahora puede presentarlo, con su historia de orgullo social y caída en desgracia debido al proceso de industrialización.

  • Imagen de cubierta La pluma de pavo real

    Cuento donde un vengador se siente más satisfecho de lo que debiera.

    Reunidos en un café, un grupo de personas escucha la historia de Rafael, con la cual pretende ilustrar su concepto de la predestinación en el sentido malicioso en que la entendía Balzac. Su relato se remonta a la época de estudiante del Estado Mayor, cuando en las noches de verano coincide con Estrella, su vecina de al lado, una adorable sevillana de dieciséis años. Con ella inicia una relación pasional hasta el día en que un amigo de la infancia se presenta en su casa y, tras recordarle una mala jugada de la infancia, relacionada con el robo de una hermosa pluma de pavo real, le informa de cómo le roba él ahora a su vecina, con la que va a contraer matrimonio. Convertido Rafael en padrino de la boda y del hijo, explica cómo ríen todos cuando el amigo relata la idea de su venganza.

  • Imagen de cubierta El monstruo de arcilla

    Cuento donde el ahorro y el sacrificio contrastan con la miseria y la enfermedad.

    Pedro y Manuela son dos trabajadores honrados y tenaces. Acaban de tener una hija, de nombre Magdalena. Es por ello que la mujer propone a su marido la necesidad de ahorrar, velando por el futuro de la criatura. Así, igual que una bailarina oriental en un fumadero de hachís, deciden desprenderse de todos sus caprichos y vicios en aras del ahorro. Poco a poco, irán aumentando sus sacrificios con el fin de llenar una hucha, descrita como un verdadero monstruo de arcilla, asqueroso y voraz, idolillo dedicado a la codicia impotente. Pasan los años y, cada vez que están pronto a completar el ahorro, surge algún imprevisto que desbarata su objetivo. Así se demuestra la imposibilidad del pobre para precaver la miseria por medio de su exiguo ahorro.

  • Imagen de cubierta Jazmín

    Cuento donde para seducir a una mujer primero hay que conquistar a un gato.

    Doña Martina Picatoste es, a sus cuarenta años recién cumplidos, lo que se puede considerar como una soltera de oro. Incapaz de renunciar a su independencia y a la vida cómoda y regalada que esta le supone, se encuentra completamente volcada emocionalmente con Jazmín, un gato blanco como la nieve. Este campa a sus anchas y es el auténtico rey de la casa, de ahí que los tres principales pretendientes de la señora (don Timoteo, don Lucas y don Amandio) lo odien de un modo acérrimo. Un treintañero andaluz, llamado don Rafael, será un cuarto pretendiente en discordia. Lejos de intentar ganarse los favores de Martina con joyas y promesas de amor, decide comenzar regalándole al pequeño Jazmín un precioso collar de tres cascabeles.

  • Imagen de cubierta El gusano de seda

    Relato donde el gusano de seda sirve como motivo para criticar la actitud de las mujeres mundanas.

    Con una escritura muy consciente de sí, Ortega Munilla comienza este relato, al que subtitula «Fantasía», con un rumor de hojas destrozadas, con un roer de mil millones de pequeños dientecillos, con un gusano de seda comiendo. Este rumor evoca en la memoria la imagen de una bella dama elegante, voraz en la mesa de un hotel, con su vestido de seda. Se trata de una mujer que ha vivido devorando caudales ajenos. Su recuerdo lleva al narrador a lamentarse por aquellas pobres mujeres que en aras de la vanidad han entregado su honra. Finalmente, da conclusión al texto una sucesión de retazos de pensamiento, trozos de frases, restos de ideas, recortaduras de sueños, principios de remordimientos… todos ellos ocasionados por el gusano de la seda.

  • Imagen de cubierta Sueño interrumpido

    Cuento donde un médico, un cura y un usurero se encuentran con un matrimonio que ha despertado de un sueño de cien años.

    Nunca se han abierto las ventanas del número 37 de la calle de la Paloma, una casa apoyada con un puntal en el siglo XVIII y pegada a una fábrica de obleas que se vale de todos los adelantos del siglo XIX. Sin embargo, un buen día de 1881 sus ventanas se abren y, poco después, se ve en la calle a un hombre que suscita por su aspecto anticuado la hilaridad de las gentes que habitan la calle en día de mercado. En su tienda de antigüedades despierta a su esposa, María del Pópolo. La gente se agolpa a la puerta de la tienda, sospechando que se trata de unos farsantes o unos titiriteros. Un joven doctor, un cura y un usurero serán los vecinos encargados de entrar a hablar con ellos, descubriendo que se trata de un matrimonio que acaba de interrumpir un sueño de cien años.

  • Imagen de cubierta El hombre-catástrofe

    Cuento donde un viajero de tren da cuenta de cómo la fatalidad siempre viaja con él.

    En un vagón de segunda clase del tren-correo del Norte se encuentra el narrador de esta historia con otras siete personas. El primero de ellos es un inglés de continente glacial e inmovilidad absoluta. Cerca de él viaja un matrimonio acomodado de Valladolid que había ido a Madrid con motivo de la fiesta de San Isidro. Frente a ellos se rebulle un empleado de seis mil reales, recién salido de una cesantía. La sexta persona es una mujer de unos treinta años que no cesa de llorar desde su entrada en el coche debido a la pena que siente al separarse de su marido. La séptima persona es un señor, bajo y rechoncho, muy hablador, cuya vida parece no tener más objeto que fumar y comer. Es precisamente él quien después se conocerá como el hombre-catástrofe, pues como él mismo cuenta repasando sus heridas ferroviarias, siempre ha viajado mucho y siempre con la mayor desgracia. Desde ese instante, lo esencial para el grupo era separarse de este hombre que lleva en sí todas las catástrofes posibles.

  • Imagen de cubierta El cuadro de la chanfaina

    Leyenda en torno al cuadro de Alonso Cano titulado ‘La Trinidad’.

    A medio camino entre el relato histórico y la leyenda se encuentra la historia de la venta del cuadro La Trinidad, de Alonso Cano. Este se presenta junto a su ayudante Melchor ante el padre prior de los Jerónimos, un hombre glotón y tacaño que intenta por todos los medios despretigiar la pintura de Cano con el fin de obtener una buena rebaja en el precio de compra. El pintor, que lleva francamente mal la crítica a su trabajo, pasa rápidamente del sarcasmo al enfado. En ese momento entra en escena un cartujo que alaba la pintura, lamentando no tener dinero con que poder comprarlo. Alonso Cano se lo ofrece entonces como regalo a cambio del plato de chanfaina con que su congregación ampara a los pobres de la ciudad de Sevilla, dando desde entonces a esta pintura el sobrenombre de El cuadro de la chanfaina.

  • Imagen de cubierta El gato blanco

    Sucedido humorístico a propósito de la fe supersticiosa.

    Una vez más, Escamilla hace gala de su humor llevando las situaciones cotidianas a su nivel más ridículo. En esta ocasión, todo comienza con el encuentro entre doña Juana y su sobrino, a quien da la agradable noticia de que un gato blanco ha aparecido en casa. De forma tan sencilla se ven involucrados en una disputa acerca de las supersticiones que envuelven a los gatos, ya sean estos blancos o negros. Si bien la discusión queda inconclusa, pocos días más tarde es retomada, pues, con motivo del santo de la tía, se celebra en su casa una fiesta con numerosos invitados. Durante el convite, el gato blanco, hermoso y gordo como los de los conventos, se muestra tal y como lo podría hacer un gato de cualquier otro color, vigilando sin descanso la puerta de la despensa. Las diez de la noche, sin embargo, resulta ser una hora fatal, pues una serie de desgracias encadenadas da comienzo.

  • Imagen de cubierta El sombrero blanco

    Un sombrero blanco es el vehículo de un equívoco marcado por los celos.

    Lo que había de ser la asistencia a una función de comedia mágica en el Teatro Español acaba dando lugar a un auténtico misterio fuera del escenario: el tío Benigno ha ido a por las entradas con un sombrero negro y ha vuelto con uno blanco. Los celos de la tía Joaquina embrollan la situación hasta el punto de hacerse necesario abandonar la sala antes de que caiga el telón para comprobar si su marido ha visitado a la mujer de un compañero de trabajo, tal y como ella sospecha. Tras un intenso cruce de reproches entre las dos esposas y sin poner en claro lo sucedido, deciden ir todos hasta la casa de los primeros, que es de hecho el lugar donde se ha producido el cambio de sombreros. Ahí conseguirán resolver el misterio, no tan sobrenatural como en principio aparentaba.

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