El convento de la Concepción Francisca fue fundado en Madrid por Beatriz Galindo a principios del siglo XVI. Se encontraba ubicado en la calle de Toledo, llegando sus edificios hasta la plaza de la Cebada. Destinado originalmente para una comunidad de religiosas jerónimas, acabó siendo ocupado en 1512, gracias al consentimiento del Guardián de San Francisco, por las beatas de San Pedro el Viejo, que profesaban la regla de la Concepción. De ahí el nombre de Concepción Francisca. El convento fue derribado a finales del siglo XIX para ensanchar la calle Toledo.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: