El hospital del Nuncio fue un manicomio de la ciudad de Toledo desde 1483, cuando se inauguró, por iniciativa del nuncio Francisco Ortiz, acogiendo a 33 locos (uno por cada año de vida de Jesús). El centro pronto se convirtió en un centro de referencia de la beneficencia española.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: