Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta Lluvia de estrellas

    Cuento de Navidad que evidencia el drama social de la mendicidad infantil.

    Leocadio es un muchacho de la calle, uno más en el numeroso grupo de los golfos que pululan, sin oficio ni beneficio, por las calles de Madrid. A diferencia del común de esta especie social, conserva a sus padres, que viven honrada y cumplidamente. Pero para el muchacho es mucho más fuerte que el amor del hogar la embriaguez de la libertad callejera. Perdulario pulcro y digno, no se perdía evento alguno de la vida madrileña. Por otra parte, era completamente contrario al robo, si bien esperaba que la riqueza le llegara llovida del cielo. Mirando a las estrellas, soñaba y soñaba con ello sin lograr, claro está, éxito alguno. Sin embargo, una Nochebuena, tras libar invitado de todos los vasos de una taberna, ve cómo las estrellas comienzan a caer del cielo, convirtiéndose en monedas de oro al hacer contacto con el suelo.

  • Imagen de cubierta Los tres sueños de Colilla

    Cuento donde un golfo vive su primera ambición y su primer desengaño.

    Este relato, como varios del mismo autor, está protagonizado por un pequeño golfo, canalla o pillete de las calles madrileñas. Este joven huérfano tiene por nombre Colilla por tratarse de una «colilla social». Acostumbrado desde su más tierna infancia a tener que ir pidiendo limosnas por doquier, sorteando y sobreviviendo a los accidentes propios de una vida miserable, alcanza la edad de once años. Por entonces ya siente predilección por las señoras hermosas, perfumadas y elegantes, en lo que a mendigar se refiere; pues del mendigar no le salvan los miserables trabajos de vendedor de periódicos, de fósforos o de arena. Una noche, tras haber rondado las salidas del teatro, consigue de una gran mujer una moneda de oro de veinticinco pesetas. Con ella nace la primera ambición del muchacho, cuyos sueños destemplados de la noche le guiarán igualmente a su primer desengaño.

  • Imagen de cubierta El cojito

    Cuento donde se confrontan caridad y picaresca.

    Es una noche glacial. En un portalón, en plena intemperie, un muchacho cojo dormita. Frente a él se detiene un transeúnte que, sin poder evitar que se le enternezca el corazón, movido por un fuerte impulso de caridad, brinda al muchacho su ayuda con unas monedas con que pasar la noche a cubierto y la promesa de más si al día siguiente va a visitarlo a su casa junto a su madre. Toda la familia del bienhechor se suma sin dudarlo al arrebato de caridad hacia el cojito y su pobre madre. De este modo acabarán siendo las piadosas víctimas del pícaro cojito, que solo tiene en el pensamiento dar rienda suelta a su golfería.

  • Imagen de cubierta El retrato y el pañuelo

    Cuento donde se confrontan los valores de un adulto de alta sociedad con los de un golfo callejero.

    Es día de revolución. Las calles de la capital se llenan de barricadas y gritos llenos de violencia contra el poderoso de ayer. Defenderlo requiere de mucho valor, heroísmo o abnegación. Pero no es el caso de uno de sus protegidos, a pesar de que es a ese hombre a quien debe su posición, nombre y riqueza. Así es que se debate ante el dilema de dar la cara por él o renunciar a su relación, simbolizada en un gran retrato del gran hombre que tiene sobre la chimenea. Su decisión contrasta con una segunda escena, donde Pesquis, un chiquillo miserable, golfo callejero que se gana la vida robando pañuelos a los señores en un gran paseo, se encuentra ante la tesitura de ayudar a su compañera teniendo para ello que delatarse.

  • Imagen de cubierta Cómo murió Napoleón

    Cuento trágico de Nochebuena que critica la gestión de los asilos infantiles.

    Esta es la historia de un niño de diez años que se gana la vida vendiendo churros y sin robar a nadie. Se trata de un Napoleón honrado y respetable, aunque responsable de ciertas picardías como apedrear perros, echar mazas a las mujeres o silbar a los cocheros del tranvía. En ocasiones va acompañado de Curro, Currito y Curruelo, jóvenes militares que suelen darle el sobrante de sus ranchos cada noche. Ellos son los que le dicen, al verlo el día de Nochebuena con una bandeja llena de churros, que no venderá ni uno. Obstinado, el niño lo intenta, aunque sin éxito. Ya de noche, atenazado por el hambre, gasta las pocas monedas de cobre que tiene en el bolsillo en copas de aguardiente. Después, con el frío arreciando, Napoleón camina con la modorra del borracho hacia el cuartel…

  • Imagen de cubierta Los dos granujas

    Cuento donde el dinero se interpone en la amistad de dos niños mendicantes.

    He aquí un nuevo cuento de Echegaray protagonizado por dos mendigos infantiles: Zampatortas y Pincharratas. La amistad, prácticamente hermandad, que mutuamente se profesan se ve amenazada el día en que se deciden a pedir limosna, interponiéndose así entre ellos la vileza del poderoso caballero.

  • Imagen de cubierta Dos golfos, dos caminos y dos sueños

    Cuento que muestra la misma miserable realidad para dos golfos de la calle.

    Tragapanes y Tragadoblas son dos golfos, dos jovenzuelos obligados a vivir en la sucia miseria de las calles. Siempre juntos, un día, cansados ya del maltrato urbano, deciden correr una aventura campestre. Sin embargo, la hostilidad heredada del entorno les hace discutir y los separa en un cruce de caminos. Ahora bien, ambos acaban juntos de nuevo, unidos en una misma realidad a pesar de lo dispar de sus sueños.

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