Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta Los anteojos de color

    Cuento donde un hombre sucumbe debido a los poderes otorgados por unos anteojos de color.

    Don Trinidad de Aguirre ha muerto y, sorprendentemente, su defunción ha sido de todo punto inesperada e injustificada. Era un hombre joven, rico, de buena facha, con talento natural, ilustrado, prometido con una muchacha hermosa y, sobre todo lo demás, gozaba de una salud perfecta. Todo se remonta a noviembre del 96, cuando una enfermedad de la vista le llevó a tener que emplear unos anteojos de color que le quitaran fuerza a la luz del sol. Estos consiguieron su objetivo, pero desde entonces comenzó a operarse una serie de importantes cambios en el carácter de don Trinidad. Si antes era alegre, ahora era triste. Antes gustaba de conversar, ahora estaba sumido en el silencio. Antes sonría, ahora ya no. Los motivos de su transformación se podrán buscar en las notas que dejó antes de quitarse la vida y que versan principalmente sobre esos dichosos anteojos de color.

  • Imagen de cubierta La mula y el buey

    Cuento de Navidad donde el amor prevalece sobre el enfado conyugal.

    Como cuentista de ocasión, Echegaray presenta en este texto un cuento de Navidad. Enmarcado en los puros y sencillos campos de la vida rural, comienza presentando el desarrollo de la cena de un matrimonio y una anciana mujer, madre de ella, durante la Nochebuena. Por una tontería, como lo es un plato que se ha ahumado, surge la disputa conyugal, con sus malas palabras y sus gestos feos. La anciana, sin embargo, sabe cómo acabar con la fricción de sus malos temperamentos. Para ello evoca una Nochebuena de muchos años atrás, cuando ambos eran niños. Una época plagada del amor y las buenas intenciones de los inocentes y de los espíritus sencillos; con su poco de belenes y su amplio abanico de diminutivos.

  • Imagen de cubierta Los tres sueños de Colilla

    Cuento donde un golfo vive su primera ambición y su primer desengaño.

    Este relato, como varios del mismo autor, está protagonizado por un pequeño golfo, canalla o pillete de las calles madrileñas. Este joven huérfano tiene por nombre Colilla por tratarse de una «colilla social». Acostumbrado desde su más tierna infancia a tener que ir pidiendo limosnas por doquier, sorteando y sobreviviendo a los accidentes propios de una vida miserable, alcanza la edad de once años. Por entonces ya siente predilección por las señoras hermosas, perfumadas y elegantes, en lo que a mendigar se refiere; pues del mendigar no le salvan los miserables trabajos de vendedor de periódicos, de fósforos o de arena. Una noche, tras haber rondado las salidas del teatro, consigue de una gran mujer una moneda de oro de veinticinco pesetas. Con ella nace la primera ambición del muchacho, cuyos sueños destemplados de la noche le guiarán igualmente a su primer desengaño.

  • Imagen de cubierta La lotería del diablo

    Cuento donde el diablo juega una peculiar lotería de Navidad para salvar su alma.

    Partiendo de la idea de que el diablo, para poder ser considerado como tal, es un ser vicioso, no es de extrañar considerarlo un jugador tramposo movido siempre por una envidia infinita. Es por ello que una de las cosas que más le remueven las entrañas es la lotería de Navidad. Así, se decide un día a pedir una lotería propia a Dios a través de un ángel, antiguo amigo suyo. Y Dios le concede una suerte de lotería dividida en tres sorteos para que él pueda recuperar el sitio que perdió en las alturas. ¿Conseguirá el diablo algún premio en su particular lotería de Navidad?

  • Imagen de cubierta La primera lluvia

    Fábula que da cuenta de cómo las nubes aprendieron a llorar.

    En este cuento o quisicosa, José de Echegaray se adentra en el terreno de lo fabuloso para dar cuenta de que en las primeras épocas geológicas, si bien había humedad universal, no llovía. Por consiguiente, el cuándo, el cómo y el por qué de la primera lluvia es el asunto central del relato, protagonizado por unas nubes permanentes que vagan por el espacio, normalmente apiñadas, como un rebaño flotante de monstruos; por unas nubes en perenne estado de lucha, de ira y de dolor. Su existencia da un giro el día en que descubren en la tierra a una mujer, visiblemente dolorida y desesperada. Al acercarse a ella descubren que estaba llorando. La mujer rocía algunas de ellas con sus lágrimas, como si se tratara de un bautismo de llanto. Mas este es solo un primer paso para el desahogo: hay que saber cómo deshacerse de las lágrimas para poder llorar.

  • Imagen de cubierta Escenas del eclipse

    Cuento que expone diferentes comentarios, cada uno de acuerdo con su clase social, ante un eclipse solar.

    El 28 de mayo del año 1900 se produjo un eclipse total de sol. Apenas dos semanas más tarde se publicaba este cuento de José de Echegaray, que describe la emoción previa al evento astronómico. Para ello se dedica a visitar, uno tras otro, los diferentes vagones de un tren que se dirige a las afueras de Madrid para una mejor contemplación. Comienza recogiendo las impresiones entusiastas y festivas de los vagones de las clases sociales más bajas, donde algunos dudan de que llegue a ocurrir realmente el eclipse del que hablan los periódicos, otros beben y comen disfrutando de la extraordinaria excursión. En los vagones de segunda categoría, se puede encontrar a dos jóvenes muchachos, indiferentes y aburridos, y también el preludio de drama que supone una chica guapa acompañada de su madre, seducida al mismo tiempo por un callado joven y un pedante pero rico cincuentón. En primera clase, la aristocracia también tiene sus impresiones acerca del eclipse.

  • Imagen de cubierta El pacto

    Cuento donde un hombre hace un pacto con el diablo para que sus bondades tengan más alcance.

    «Don Benigno era un buen hombre, tan bondadoso, que si a los treinta años de edad le hubieran bautizado de nuevo, de nuevo se le hubiera puerto Benigno…». Así comienza este relato de Echegaray, protagonizado por este buen hombre llamado Benigno, dedicado en cuerpo y alma a hacer el bien al prójimo, pues ama el bien y, por consiguiente, siempre lo busca, hasta el punto de estar dispuesto a sacrificarse por él, como de hecho acaba sucediendo. Un día, cansado de tanto mal y tanta miseria, decide llamar al diablo, ofreciéndole su alma entera a cambio de mucho poder para hacer mucho bien a los hombres. A esta llamada acude Luzbel que, siendo incapaz de comprender la grandeza de aquel espíritu puro, accede a la compra de su alma. Empleando todo el poder adquirido para hacer el bien, don Benigno debe enfrentarse tras su muerte a la paradoja de tener que ir condenado al infierno, aunque está dispuesto a luchar para que esto no sea así.

  • Imagen de cubierta La segunda hipoteca

    Cuento donde un usurero sueña con tener una segunda hipoteca en el cielo cristiano.

    Don Orosio Redondo, usurero de oficio, aun no siendo aficionado a soñar, pues ninguna ganancia soñada se materializa en forma de plata o de oro en sus arcas, tiene un vívido sueño que comienza con la huida de uno de sus deudores, al que debe ir a buscar a la iglesia. En el templo, don Orosio se verá perturbado por unas palabras del sermón del sacerdote desde el púlpito: la promesa de que Dios da ciento por uno. Con esta premisa, piensa al instante, ¡quién pudiera prestarle a Dios! Resuelto, sale dispuesto a dar dinero a las viejas que piden limosna en la puerta de la iglesia, pero entonces le asalta la duda del plazo. Porque ¿cuánto tiempo tardaría Dios en cumplirle la promesa del predicador? Una vez que el cura le ha asegurado que para Dios la eternidad es un instante, decide que lo más prudente es que le garanticen ese ciento por uno con una buena hipoteca en el cielo. Tras firmar la escritura, el sueño de don Orosio comienza a convertirse en pesadilla.

  • Imagen de cubierta El retrato y el pañuelo

    Cuento donde se confrontan los valores de un adulto de alta sociedad con los de un golfo callejero.

    Es día de revolución. Las calles de la capital se llenan de barricadas y gritos llenos de violencia contra el poderoso de ayer. Defenderlo requiere de mucho valor, heroísmo o abnegación. Pero no es el caso de uno de sus protegidos, a pesar de que es a ese hombre a quien debe su posición, nombre y riqueza. Así es que se debate ante el dilema de dar la cara por él o renunciar a su relación, simbolizada en un gran retrato del gran hombre que tiene sobre la chimenea. Su decisión contrasta con una segunda escena, donde Pesquis, un chiquillo miserable, golfo callejero que se gana la vida robando pañuelos a los señores en un gran paseo, se encuentra ante la tesitura de ayudar a su compañera teniendo para ello que delatarse.

  • Imagen de cubierta El gigante y el ratón

    Cuento fabuloso donde un ratón siente tremenda envidia de un gigante.

    En un hermoso y verde valle vive un gigante, especie de Hércules o Júpiter de bellas proporciones. Este es poderoso y fuerte, pero también bueno y cariñoso; de ahí que todos los seres del valle le amen, desde la más tierna flor a la más apartada alimaña. Como dueño y señor del valle, este ser noble jamás ha empleado su fuerza en el mal. Ahora bien, donde existe el amor también existe el odio y la envidia, completamente encarnadas en la figura de un pequeño ratón. El gigante no le ha hecho ningún daño, ni siquiera conoce su existencia; pero la envidia no necesita motivos para sus odios. Así, el ratoncillo, ansioso de tener fama, aunque esta sea pésima, se decide a atacar por sorpresa al gigante para ser por todos conocido.

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