Castilla la Vieja fue el nombre de una de las antiguas regiones clasificatorias en que se subdividía España antes del régimen autonómico actual. Ubicada en la zona norte de la antigua Corona de Castilla, al norte del Sistema Central. Aunque sus límites fueron variables, se correspondió durante la mayor parte de su existencia con el de las provincias de Ávila, Burgos, Logroño (equiparable a La Rioja), Palencia, Santander (por la cual limitaba al norte con el mar Cantábrico), Segovia, Soria y Valladolid.
En la provincia de Ávila se encuentran Ávila, Blascoeles, el bosque de Peñalona, Las Navas del Marqués y Vicolozano.
En la provincia de Burgos se encuentran Atapuerca, Aranda de Duero, Burgos, Gumiel de Izán Rioseco, Roa y Villarcayo.
En la provincia de Logroño se encuentra Arnedillo.
En la provincia de Palencia se encuentran Carrión de los Condes y Palencia.
En la provincia de Salamanca se encuentra Ledesma.
En la provincia de Santander se encuentran Bárcena, la isla de Mouro, La Hermida, Laredo, Ontaneda, Reinosa, Santander, Solares y el valle del Pas.
En la provincia de Segovia se encuentran Cuéllar, La Granja de San Ildefonso, Segovia, Sepúlveda y Villacastín.
En la provincia de Valladolid se encuentran Bocigas, Fuensaldaña, Olmedo y Valladolid.
De su orografía destaca el Arapil Grande.
De sus tierras es originario el vino de Rueda.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en los siguientes 11 textos: