El Convento de San Clemente de Toledo es considerado como uno de los primeros monasterios toledanos fundado extramuros después de la Reconquista. La cabecera de su iglesia se debe a Alonso de Covarrubias. Se considera que las monjas de este convento inventaron el mazapán a principios del siglo XIII.
En el catálogo de Ganso y Pulpo, esta instancia aparece mencionada o citada, directa o indirectamente, en el siguiente texto: