Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta Crueldades de la fortuna

    Cuento donde se contraponen la riqueza material y la felicidad en la salud.

    El cuadro familiar formado por don Plácido, su mujer Elena y la hija de ambos, Esperanza, no puede ser más bondadoso. No solo reina el amor y la concordia entre ellos, sino que además en la casa reinan la riqueza y la abundancia. De este modo, el futuro de la niña parece estar asegurado, pues cuando alcance la edad propicia al noviazgo, será una muchacha con una muy buena dote. Sin embargo, el destino trae a esta casa la enfermedad, que en forma de anemia comienza a apoderarse de la pobre niña. Todos los consejos médicos parecen traer consigo pronta mejoría, pero igual de prontamente los síntomas reaparecen con mayor ímpetu. Desesperado, don Plácido está dispuesto a desprenderse de todas sus riquezas y ambiciones en el caso de que su querida hija se sane.

  • Imagen de cubierta La corrida

    Cuento donde un niño de una familia pobre y analfabeta acude por primera vez a la barbarie de una corrida de toros.

    En uno de los barrios bajos de Madrid viven Eulogio y Norberta junto con sus dos hijos: Felipín, que cuenta ocho años pero aún no va a la escuela, y un niño de pecho. Asfixiados y envilecidos por la pobreza, con pocas pertenencias para empeñar, reciben una limosna del Refugio. Lejos de emplearla para aliviar sus deudas y llenar sus estómagos, no dudan en gastar lo recibido en ir a una corrida de toros. Esta es la primera a la que asiste Felipín, cuya inocencia se ve corrompida por la vileza y la sangre del espectáculo. Al día siguiente, la familia ve una pendencia de honor entre dos vecinos en plena calle y el niño, tras su experiencia, entiende que debe festejar la barbarie, mientras su pequeño hermano, anémico, sigue debilitándose.

  • Imagen de cubierta Las aguas

    Cuento que satiriza los establecimientos balnearios de la época y las costumbres de la sociedad burguesa acomodada.

    Julia es joven, bella y elegante. Tiene por amiga y confidente a su prima Zoa y por marido a un viejo negociante y propietario, apellidado Romeo, que no tiene otro objetivo en el mundo que satisfacer todos los caprichos de su mujercita. Un día, azuzada por su prima Zoa, que amanece, anochece y trasnocha en su casa, Julia plantea a su marido la necesidad de ir a tomar las aguas del balneario de Mejoranza, uno de los lugares donde se dan cita en verano las familias más reconocidas de la buena sociedad. Tocado en su fibra, el marido accede a asumir el gasto y dejarlas marchar. Sin embargo, un lío amoroso latente hace enfermar verdaderamente a la muchacha. Desde entonces, cada año busca el fin de sus problemas en otros balnearios, sin encontrar en sus aguas la vitalidad perdida. Finalmente, su marido la lleva a Trillo, un poblacho de vetustas aguas donde se da cita una sociedad más campechana y humilde, polo opuesto de Mejoranza…

  • Imagen de cubierta Los Reyes Magos

    Cuento donde el mejor regalo navideño es la salud de los más queridos.

    Es la víspera del día de Reyes, en la casa de Eduardo y Luisa la alegría de su familia no puede ser mayor. Su hija Margarita, de seis años, y su hijo Toñito, de cinco, se mueven alegres e inquietos por la casa. Esperan con especial emoción la llegada de su tío Luis a cenar, pues parece tener conocimiento directo con sus majestades y él es la persona más apropiada para saber cuándo llegarán y qué espléndidos regalos cabe esperar. En la mesa del comedor también se sienta don Pascual, empleado de Eduardo, y una señora amiga de Luisa. La conversación se centra en las esperanzas de cada uno de ellos y, cuando por fin llega el tío Luis a los postres, el bueno de don Pascual tiene la mala pata de contar la historia de un niño que murió de crupp en menos de cuatro horas desde el primer síntoma. Esa misma noche, Luisa se enfrenta a la repentina enfermedad mortal de su hijo.

  • Imagen de cubierta El 2.645

    Cuento donde un hombre fija su felicidad en ganar a la lotería jugando siempre el mismo número.

    Al vecino de Crisanto Martínez, empleado en una dependencia del Estado con 10.000 reales anuales, le ha tocado la lotería. Es por ello que intenta convencer a su esposa, Micaela López, de invertir 4 o 5 duros al mes para tener la misma suerte y poder retirarse de toda faena para vivir con holgura y gran bienestar. Bajo el poderoso influjo del cercano ejemplo, la mujer no encuentra respuesta que oponer a los proyectos de su marido, empeñado en comprar siempre un número fijo, el 2.645, para mayor probabilidad. Los años pasan sin éxito y, aunque en una ocasión sale premiado el 2.644 y en otra el 2.646, no hay manera de conseguir hacerse ricos. Así pues, cansada del gasto en saco roto, Micaela decide un buen día, aprovechando la enfermedad de su marido, ahorrarse el precio del boleto.

  • Imagen de cubierta Dios sabe lo que se hace

    Relato de búsqueda de sentido ante la muerte infantil.

    Al volver a casa tras una noche superflua en un baile de máscaras, al narrador de esta historia le espera una pésima noticia: Rosita, la hija de su mejor amigo, agoniza víctima de una terrible anemia, aún no cumplidos los ocho años. Sin esperar un momento, se reúne con la desdichada familia, acompañándoles en el momento fatal. Aun siendo Luisa, la madre, ejemplo de honradez; y, Ricardo, el padre, el compendio de todas las virtudes varoniles, no pueden evitar imprecar a Dios desde el dolor inmenso que les supone la muerte de su hija. El amigo, aturdido en tan pocas horas por tantas y tan diversas emociones como caben entre un baile de máscaras y la muerte de un ángel, cae en una indefinible sensación que le hace creer que su alma asciende por el espacio ante la presencia de Dios. De este modo, lo que se había atrevido a considerar como una caprichosa injusticia, se convierte en muestra de sabiduría y misericordia: Dios estaba dispuesto a devolver la vida a Rosa si sus padres la rescataban con la suya, si eran capaces de morir por ella.

  • Imagen de cubierta Los ojos de cera

    Cuento que explora los límites del remordimiento de una marquesa ante la enfermedad de su hija.

    El sufrimiento de una marquesa ante la enfermedad que está privando a su hija de la vista sirve en este cuento para explorar los límites de un remordimiento, no del todo merecido, que ante la ineficacia de la ciencia acaba decantándose por sacrificios nacidos de la emoción.

  • Imagen de cubierta Los leones de Malvino

    Cuento en que la falta de compasión encuentra su venganza.

    El rufián Malvino llega a una posada acompañado de mujer, hijo recién nacido y dos leones famélicos con quienes intenta ganarse la vida. Durante la noche, el pequeño, tremendamente enfermo y débil, no cesa en su llanto y, el resto de maleantes, molestos por el ruido, consiguen que la pobre familia sea expulsada a la fría calle… Ahora bien, Malvino sabe cómo acabar con el mal corazón de los concurrentes.

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