Ganso y Pulpo

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Catálogo

  • Imagen de cubierta De las memorias de Juan Gandul

    Cuento satírico cuyo protagonista hace de la pereza su felicidad.

    El protagonista de este brevísimo relato está orgulloso y feliz de poder asegura que, ya desde la misma fecha de su nacimiento, siempre ha sido un gandul redomado. Su empeño ha consistido en coleccionar años en los que no hubiera trabajado absolutamente nada y resulta que puede asegurar que se ha salido con la suya. Pero la vagancia, a la cual considera patrimonio exclusivo de los seres superiores, siempre exige sacrificios, de tal modo que pasarse la vida ganduleando cuesta un enorme trabajo. De ello da fe el testimonio de Juan Gandul, que relata el modo en que consiguió desembarazarse de los trabajos físicos e intelectuales hasta el punto actual, en que es un hombre absolutamente felicísimo.

  • Imagen de cubierta Historia de un retrato

    Cuento que, a través de un retrato, reflexiona sobre lo pasajero de los afectos.

    Tres niñas, dos españolas y una cubana, se conocen en el colegio en que han sido internadas en París y se convierten en amigas incondicionales. Los años pasan y, obligadas a separarse, no les queda más remedio que mantener su amistad por la vía epistolar. Sin embargo, nunca tarda en llegar la falta de constancia en este tipo de relaciones y la distancia acaba imponiéndose a los buenos sentimientos de la amistad. Pero, casualidades de la vida, dos años más tarde, la narradora se reencuentra con su amiga Leonor en las calles de París. Esta es ahora una elegante señora, madre de una niña y esposa de un comandante de húsares. El retrato de este campea al frente del gabinete de Leonor y, a lo largo del relato, sirve como símbolo de los afectos efímeros.

  • Imagen de cubierta Un buen partido

    Relato de prisma sociológico que aborda el concepto de «ser un buen partido».

    En este texto, Eduardo de Lustonó articula literariamente sus reflexiones acerca de un extendido concepto social: «qué es ser un buen partido». Un somero análisis le permite percibir que no solo parece que los aspectos morales, éticos y estéticos no priman en la ecuación, sino que muchas veces se da valor a sus contrarios. Los bulevares de París, los paisajes del Rhin, las casas de baños, los destinos predilectos para veranear, los sastres y las modistas que campean por Europa, los espectáculos teatrales… Todo ello es lo que importa realmente en un mundo donde el amor es una quimera, donde solo el cariño parece fundamental para ser feliz junto a alguien. Siendo esto cierto, ¿por qué no elegir como pareja a un hombre viejo, feo y con la billetera repleta?

  • Imagen de cubierta La mesa redonda

    Sátira de la sociedad vanidosa que coincide en los establecimientos balnearios sin más afán que el de figurar.

    Es temporada de baños, la moda imperante hace que en ellos se junte la considerada flor y nata de la sociedad, como así ocurre en el Gran Hotel de una de las playas del norte del país. Ahí, alrededor de una mesa redonda, se juntan para comer y conversar los bañistas. Todos ellos parecen tener un claro punto de conexión, pues ninguno de los personajes presentes deja escapar la ocasión brindada para regalarse en los chismorreos o en quejarse ostensiblemente del servicio y así subrayar su posición dominante. La superficialidad y la vanidad están servidas alrededor de la mesa redonda del establecimiento que, en este relato, se presenta como trasunto de la vida social, a la cual todos llegamos, pobres o ricos, para amarnos y aborrecernos, para después desaparecer y no vernos más.

  • Imagen de cubierta El gusano de seda

    Relato donde el gusano de seda sirve como motivo para criticar la actitud de las mujeres mundanas.

    Con una escritura muy consciente de sí, Ortega Munilla comienza este relato, al que subtitula «Fantasía», con un rumor de hojas destrozadas, con un roer de mil millones de pequeños dientecillos, con un gusano de seda comiendo. Este rumor evoca en la memoria la imagen de una bella dama elegante, voraz en la mesa de un hotel, con su vestido de seda. Se trata de una mujer que ha vivido devorando caudales ajenos. Su recuerdo lleva al narrador a lamentarse por aquellas pobres mujeres que en aras de la vanidad han entregado su honra. Finalmente, da conclusión al texto una sucesión de retazos de pensamiento, trozos de frases, restos de ideas, recortaduras de sueños, principios de remordimientos… todos ellos ocasionados por el gusano de la seda.

  • Imagen de cubierta Castillos en el aire

    Cuento donde la ambición material pone en compromiso los bienes morales que ya se tienen.

    La vida del platero don Lino discurre sin preocupaciones. Felizmente casado con doña Mónica y amado también por su hija Salvadora, su vida es uniforme y sin ambiciones. De hecho, la única ambición de su entorno parece ser la de su empleado Mariano, un chico honrado que comparte con su hija las delicias del amor y espera poder casarse con ella algún día. En este contexto, una nota leída en La Correspondencia echa todo al traste. Don Lino quiere de repente ser millonario por la vía rápida, y así piensa que lo va a conseguir gracias a la empresa de don Carlos, que le garantiza que con una inversión de diez mil duros puede ganar en poco tiempo dos millones. Así, embaucado por su nuevo socio y deslumbrado por el lujo, comienza a avergonzarse de su vida pasada y adoptar las costumbres que siempre había vituperado. La paz doméstica desaparece, su carácter se torna agrio y orgulloso… hasta el día en que don Carlos desaparece.

  • Imagen de cubierta Ocho días en el campo

    Cuento donde la experiencia del veraneo no resulta como se esperaba.

    Julieta se siente enfermar, nota que debe salir de Madrid ese verano sin falta o su salud acabará por desaparecer. Ya puede oponerse Leoncio, su marido, pero el médico ha sido completamente claro al respecto: necesita ir a unos baños o, cuando menos, a tomar el aire puro y fresco del campo. Finalmente, consigue que su marido acepte su salida de Madrid, gestionando todo para conseguir una casa de verano en el pueblo de Valdemoro. Una vez allí, los contratiempos propios de la naturaleza ponen de mal humor a Julieta, confiada sin embargo en encontrar un buen desayuno y poder descansar de tales peripecias. Sin embargo, pronto se dan cuenta de que todos los alimentos buenos parten al punto de la mañana hacia Madrid y que, lo poco que queda, aun siendo rancio, se cobra a precio de oro. Tras ocho días en el campo, Julieta repasa con su marido las cuentas de su ansiada experiencia.

  • Imagen de cubierta El desafío

    Cuento que critica la convención social del honor y del duelo.

    Tres hombres, completamente vestidos de negro, suben a la berlina e indican al cochero que ponga rumbo a la Moncloa. Uno de ellos lleva en el regazo un envoltorio del que sobresalen las puntas de dos espadas de combate. El segundo lleva asida de la mano una pequeña caja de caoba con dos revólveres en su interior. El tercero, completamente pálido y violentado por las miradas de sus compañeros, fuma nervioso un cigarrillo. Es él, un García cualquiera, quien se expone al riesgo de tener que morir o matar. La causa del desafío radica en los celos, suscitados por su propia mujer, llevada por su vanidad ofendida cuando, en el teatro, su marido insinúa que no cree que el otro hombre esté coqueteando con ella de continuo. Llegado el momento fatal, García escucha las palmadas previas al primer disparo.

  • Imagen de cubierta Las aguas

    Cuento que satiriza los establecimientos balnearios de la época y las costumbres de la sociedad burguesa acomodada.

    Julia es joven, bella y elegante. Tiene por amiga y confidente a su prima Zoa y por marido a un viejo negociante y propietario, apellidado Romeo, que no tiene otro objetivo en el mundo que satisfacer todos los caprichos de su mujercita. Un día, azuzada por su prima Zoa, que amanece, anochece y trasnocha en su casa, Julia plantea a su marido la necesidad de ir a tomar las aguas del balneario de Mejoranza, uno de los lugares donde se dan cita en verano las familias más reconocidas de la buena sociedad. Tocado en su fibra, el marido accede a asumir el gasto y dejarlas marchar. Sin embargo, un lío amoroso latente hace enfermar verdaderamente a la muchacha. Desde entonces, cada año busca el fin de sus problemas en otros balnearios, sin encontrar en sus aguas la vitalidad perdida. Finalmente, su marido la lleva a Trillo, un poblacho de vetustas aguas donde se da cita una sociedad más campechana y humilde, polo opuesto de Mejoranza…

  • Imagen de cubierta Reuniones de confianza

    Cuento que satiriza la costumbre de las reuniones de confianza de la clase media.

    El empeño de la clase media en querer ser aristocracia —o cuando menos aparentarlo— da lugar a una serie de reuniones de confianza donde unos pocos familiares y amigos son recibidos para charlar, jugar a algún juego de sociedad que se ha puesto de moda y tomar un chocolate antes de marchar. Así lo hacen los señores de Pérez, cuya reunión de confianza es cada lunes y que, a la hora de hacer la lista de invitados, sus faltas materiales les impiden recibir a gente de cumplido. Las invitaciones son siempre verbales e improvisadas, los juegos son comprados días antes del evento sin saber muy bien en qué consisten y la criada recibe órdenes a las que no está acostumbrada en su día a día. Al final todo queda preparado, con tanto esmero como ahorro, para celebrar su primera reunión de confianza.

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