Catálogo
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La caza del príncipe
Siles • Iris • Mitos y leyendas narrados como ficción • 1901
Cuento de hadas donde un príncipe neurasténico encuentra la felicidad al conseguir una mujer.
El príncipe Rodolfo está triste y apesadumbrado. Cada día que pasa está peor, más cerca del mausoleo familiar que de repetir las gestas y triunfos que en su día encumbraron a sus antepasados. Y esto, cuando se tiene veinte años, es tan penoso como extraño. Pero ni la exaltación del sentimiento ni los deseos fantasiosos típicos de la juventud parecían insuflarle vida; del amor solo conocía los cuentos ideales que otros habían escrito. Ello, unido a un preceptor con ideales de pureza y guiado por la hipocresía moral, tenían al joven con el corazón amputado. La preocupación de su padre el rey no era poca y lo manda al campo para que cace y cure así en salud. Ahí se topa con un hada protectora que hará propicia al príncipe la caza que realmente necesita.
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Pezuco, el abuelo manco
Zahonero • Los Madriles • Mitos y leyendas narrados como ficción • 1889
Cuento fantástico donde un hombre tiene un hijo por cada dedo que se corta y lanza al fuego.
En este llamado cuento de brujas se presenta la historia de un hombre, conocido como Pezuco, que está desesperado por tener hijos. No se debe esta falta de descendencia a la infertilidad, sino al no quererse casar. Por mucho que galantee e intente seducir a labradoras, segadoras o vaqueras, siempre encuentra la misma negativa a la proposición de compartir un instante de amor sin haber pasado antes por el altar. Decide entonces Pezuco visitar a una mujer, hada o bruja según las habladurías, para exponerle su caso y pedir una solución para el mismo. Tras la visita se ve capacitado para tener hijos por sí mismo: por cada dedo que se corte y arroje al fuego del hogar, un hijo o hija tendrá. Ahora bien, que no se queje si un día se arrepiente de su deseo…
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El diamante negro
López Bago • La Moda elegante • Mitos y leyendas narrados como ficción • 1884
Cuento de hadas donde el amante es precisado a cumplir una prueba de amor para conseguir la mano de la princesa.
El príncipe Amur sobresale en todos los ejercicios de destreza y fuerza a la par que estudia con aprovechamiento la Filosofía y las demás ciencias conocidas. Sin embargo, aun siendo joven, valeroso y honrado, no consigue la mano de la princesa Besalia, de quien está perdidamente enamorado. Con motivo de un baile en el Palacio Real, al que acuden también las hadas que reinaban sobre los reyes, Amur pretende declararse a su amada por centésima vez. Antes de proceder, pide consejo a sus protectoras, sus hadas madrinas, que le indican que debe averiguar cuáles son los gustos e inclinaciones de ella. Besalia lo tiene claro: dará su mano a quien le entregue el mítico diamante negro. En un principio Amur piensa que le están pidiendo un imposible, pero no obstante va a pedir consejo a las hadas.
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La mesa nupcial
Wilson • El Periódico para Todos • Mitos y leyendas narrados como ficción • 1874
Tradición alpina donde un hombre supera una prueba de amor con la ayuda de un hada.
Este cuento se basa en una tradición alpina que nos traslada hasta la Edad Media para dar cuenta del origen del dolmen conocido como «Piedra de las Hadas». Para ello se nos presenta al barón de Châtelet, señor feudal imperturbable y ajeno a todo sentimiento hasta el instante en que su desposada muere en el parto de su única hija. Desde entonces, completamente ensimismado en su nuevo sentimiento, procura protegerla de todo matrimonio posible para conservarla a su lado. Así lo descubre Loys de Bellecombe, muchacho de buen corazón del que la muchacha se enamora a primera vista. Cuando este va a pedir su mano, se encuentra con la petición irrevocable de que en el término de una noche debe formar con los enormes trozos de roca desprendidos de las crestas alpinas la mesa para el festín nupcial. La leyenda dice que un hada venció los obstáculos interpuestos al verdadero amor.
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El hada de la fuente
Moreno Godino • La Ilustración Artística • Ficción de terror y lo sobrenatural • 1883
Cuento sobrenatural donde un castellano se desposa con el hada de las aguas, jurándole con su vida amor eterno.
Un buen día, estando de vuelta a su fortaleza después de una jornada de caza, Ferrando se adentra en el bosque para saciar su sed en una fuente. Ahí se encuentra con una joven que en nada se asemeja a las campesinas de los alrededores de Toro o Zamora. Tras iniciar el cortejo de la joven incógnita, una mirada a la luna le hace perderla de vista. Desde entonces, muchos días, a la hora en que el sol desaparece, vuelve Ferrando al manantial del bosque con la esperanza de hallarla. Cuando por fin se produce el reencuentro, ella le confiesa que no es hija de hombre, siendo llamada el hada de las aguas, y que, si se casan, un perjurio por parte de cualquiera de los dos ocasionaría la muerte de él y la intranquilidad eterna de ella. Felizmente desposados, un día llega al castillo la orden de ir a Lisboa para defender el reino lusitano de Duarte. Héroe en la batalla, Ferrando se verá en la tentación de traicionar al hada en aras de la realeza y hermosura de la infanta de Portugal.