Ganso y Pulpo

Catálogo

  • Imagen de cubierta Mi amigo Godínez

    Cuento donde se contraponen el estudiante aplicado al estudio y el aplicado a la diversión.

    Pedro Pérez, ya hombre de edad, obtiene gusto al recordar sus años de estudiante, cuando su vida consistía casi en exclusiva en ser un galanteador recalcitrante, pues traer al presente aquellos recuerdos le hacen rejuvenecer. El viejo calavera no siente ningún remordimiento por su conducta en sus tiempos de mocedad, más bien al contrario. Sobre todo al recordar a otros compañeros de la facultad de Derecho, consagrados en cuerpo y alma al estudio exclusivo de las leyes. Uno de ellos era su amigo Godínez, que incluso empleaba sus horas libres en asistir a otras clases como oyente. Su tesón trajo como resultado dos carreras llenas de laureles y la pronta colocación en la universidad y en varias academias. Una vieja anécdota servirá para ahondar en este binomio antitético del estudiante aplicado al estudio y el aplicado a la diversión.

  • Imagen de cubierta Las primeras rosas

    Cuento donde el verdadero amor se impone mediante sacrificios.

    Carmencilla está entusiasmada con la llegada de la primavera y así se lo hace notar al joven que la acompaña en su paseo, un muchacho que tras una amistad de años todavía esconde el amor que por ella siente. Tras ellos marcha el padre de la chica, don Fermín, jugador de ajedrez y escritor de ensayo histórico con mayor aprecio en sí mismo de lo que en realidad debería corresponderle. Entre los sacrificios amorosos del joven se cuentan el dejarse ganar las partidas y escuchar con toda la atención posible las lecturas que el viejo hace de alguno de sus tomos. La armonía creada entre ellos tres se ve turbada el día en que llega el barón Cavellín, un joven engreído a quien Carmencilla pretenderá darle las primeras rosas del año.

  • Imagen de cubierta El nido de gorriones

    Cuento donde la vejez se aferra al trabajo ante la perspectiva de su abandono una vez repartida la herencia.

    El tío Roque es un campesino aragonés que lleva con energía sus setenta y cinco años, manteniéndose plenamente activo en la administración de sus fincas y propiedades, calculadas por los inteligentes del contorno en ciento cincuenta mil duros. Este buen hombre se encuentra en completa compenetración con la tierra, hasta el punto de parece ser extensión de la misma. Sin embargo, la edad no perdona y, poco a poco, su salud se va quebrando con el rudo trabajo a que venía entregado desde el amanecer de cada día. De todos modos, se muestra incapaz de abdicar, de darse al reposo y dejar al cuidado de manos ajenas el cuidado de lo que es suyo. Es por ello que sus cuatro hijos deciden plantarse ante él para poner fin a la situación. Mas el tío Roque seguirá en sus trece y dará como razón la moraleja de su experiencia con un nido de gorriones.

  • Imagen de cubierta La ley de la vida

    Cuento realista que aborda el tema del abandono en la vejez.

    Un hombre abre la marcha haciendo redoblar un tambor. Tras él van un dromedario, una cabra, un caballo, una mona, un oso y una mujer. Esta va agotada, costándole seguir el ritmo marcado por su compañero, un francés llamado Beltrán. Este se muestra inflexible y duro con ella, insultándola por su debilidad, tachándola de gazmoña y vieja fofa. El problema es manifiesto: ella envejece tras haber dejado por él toda una vida y ahora presiente que él no tendrá reparo alguno en abandonarla. Él, lejos de apaciguar la pena de su sospecha, argumenta a favor del abandono del débil o inútil aludiendo a la ley de la vida. Al llegar los titiriteros a la feria, la repentina muerte del viejo galán de una compañía de teatro desencadenará los acontecimientos previamente intuidos por la mujer. Pero el tiempo pasa y las cosas vuelven. Es la ley de la vida.

  • Imagen de cubierta Los dos viejos

    Cuento donde el amor y la juventud consiguen imponerse a la envidia y la vejez.

    En el barrio de Chamberí viven dos ancianos. Por una parte está don Celestino, jovial y siempre alegre, como un niño ante un juguete. Por la otra don Baltasar, doce años menor, siempre feroz, colérico y de mal humor. El primero tiene por nieto a Juan. El segundo por sobrina a Ángeles. Los dos jóvenes se aman con verdadero amor. Sin embargo, don Baltasar se opone enérgicamente a sus relaciones. Don Celestino, ansioso de ver feliz a la pareja, opta por interceder, aunque sin éxito aparente. No obstante, con sus palabras consigue remover la conciencia de su vecino. Pasado un tiempo, estando don Celestino en su lecho de muerte, recibe la visita de don Baltasar, incapaz de dejarlo marchar sin haber sostenido antes con él unas últimas palabras.

  • Imagen de cubierta El nietecito

    Cuento que aborda los conflictos que la vejez trae consigo para la familia.

    Tras un exordio donde Luis Mariano de Larra reflexiona acerca del nacer estrellado o nacer con estrella, sobre todo en el campo artístico, da paso a un cuento que él mismo denomina «inclusero». Este comienza con un anciano que, ya sin fuerzas para trabajar y solo deseoso de acabar sus días en la mayor tranquilidad posible, decide ofrecer a su hijo y a su nuera todo el dinero de que dispone a cambio de un sitio en la mesa y otro en el hogar de la joven pareja, que acepta encantada la proposición. Sin embargo, lo que durante el primer año es una felicidad, pronto se ve como un deber y, finalmente, como una carga. El nacimiento de un nieto a los dos años del arreglo, desencadena el abandono del abuelo y da pie a diferentes escenas de indiferencia por parte de su hijo y su nuera.

  • Imagen de cubierta El sueño

    Cuento donde se confrontan sueño y realidad para argumentar sobre la misericordia divina.

    En una mísera aldea vive Juan, un viejo campesino de sensible y tierno corazón, casado hace muchos años ya con Blasa, el amor de su vida. Pasa el tiempo y ellos continúan adorándose con delirio, ajenos a cualquier queja sobre su sino, solo lamentando el no haber podido nunca tener un hijo. Un día llega Juan a su cabaña mucho más alegre que de costumbre, afirmando haber platicado con un mensajero de la Providencia. Los temores de Blasa se concretan en el pensamiento de que su marido ha perdido el juicio y sale en busca del cura y de sus vecinos para buscar un arreglo. Ante ellos da cuenta de lo sucedido y de su relato extrae el cura la lección de que se debe respetar los designios de Dios y resignarse cada cual con su suerte. Pero un pobre campesino considera injusto que la suerte sea a veces tan negra con los seres más buenos y da cuenta del relato, que no es sueño, de una madre que espera cada día en el puerto la llegada de su hijo desaparecido en alta mar.

  • Imagen de cubierta El vampiro

    Cuento fantástico acerca de un vampiro que se nutre de la sangre de los mancebos de una aldea.

    Al castillo de una comarca llega un señor feudal desconocido que pronto genera todas las antipatías entre sus siervos. Viejo hasta el punto de ir doblado por el peso de los años, no cambia una palabra con nadie. Su aspecto decrépito y solitario contrasta, sin embargo, con una feliz algazara que inunda el castillo, de cuando en cuando, pero siempre a la hora de medianoche, coincidiendo con la desaparición de los más jóvenes y robustos muchachos de las aldeas circundantes. Aunque se sospecha que dicho señor los emplea en ciertas orgías nocturnas, el temor mantiene atenazadas a las familias y al resto de los hombres. Tendrán que ser las jóvenes, viéndose condenadas a la soltería y su estado honesto, las que decidan tomar medidas para solucionarlo.

  • Imagen de cubierta La última aventura

    Relato que narra la última aventura del seductor don Juan.

    En este relato se da cuenta de la última aventura de don Juan. Este se encuentra ya en las tesituras que trae consigo el paso de los años, enfrentándose a la crisis de los cuarenta con la cara arrugada, la barba blanqueada, la calvicie progresando y las piernas sin prestar el sostén garboso de otros tiempos. Todos estos percances físicos, aunque dan a su presencia un halo de decrepitud, no son suficientes para que el viejo seductor muestre su rendición. Así, bien acicalado y aderezado, se embarca en la seducción de Petra, una jovencísima cigarrera que le tiene robado el corazón. Sin embargo, en esta ocasión se demostrará que ya quedan lejos sus hazañas y la realidad le demostrará, quizás en el peor momento, la cara de la moneda que hasta entonces nunca había conocidos.

  • Imagen de cubierta El maestro triste

    Cuento que narra la desventurada existencia de un hombre benévolo y cortés.

    El maestro triste es el hazme reír del pueblo bajo de Madrid. A sus cincuenta años, sin atisbo de gran inteligencia en su cabeza y pensionado por un grande de España desde la infancia, es abonado perpetuo al rancho conventual que reparte diariamente la Escuela Pía de la calle de Hortaleza. Aunque de fondo bondadoso y dulce, tiene un exterior uraño y receloso que le lleva de casa en casa en busca de un ansiado silencio que no encuentra. Andando como las sombras, carece tanto de vicios como de virtudes y tropieza en las denominadas dos esquinas de la vejez: la miseria y la tristeza. La historia de su vida, aquí relatada, cuenta las vicisitudes de su único amor con una alcohólica inglesa y de sus dos solas afecciones.

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