Catálogo
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Florentina
Matheu • La Ilustración Ibérica • Narrativa romántica • 1892
Cuento donde la juventud y el amor son la fuerza y salvaguardia de una joven muchacha.
En este relato seguimos por las calles bulliciosas y elegantes del centro de Madrid a Florentina. Es esta una joven muchacha de lindo talle y andar desenvuelto, que apenas ronda los dieciséis años. Ello no impide que, mientras va por la calle a entregar su bolsa de ropa limpia a una clienta, los hombres se paren a mirarla… e incluso que la sigan. Es el caso de un viejo galán con aires de militar que, a pesar de su afán seductor, es incapaz de mantener el paso sin que le arda el pecho y le dé la tos. Es el caso de otro joven, poco agraciado en su físico, que intenta tentarla con promesas de dinero y trapos. Pero a ambos da la espalda sin dudar, recordando en su fuero interno a su novio. La juventud y el amor se demuestran motores de su existencia.
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De la última hornada
Dicenta • El Liberal • Tema narrativo: cuestiones sociales • 1890
Cuento que se centra en la vanidad y falta de escrúpulos de la juventud.
Asiduo del café, el narrador de este relato, trasunto del autor, se encuentra con un joven de veintidós o veintitrés años al que considera que bien puede tenerse como ejemplar representativo de la juventud española. Este joven afirma que su único afán en esta vida es divertirse y solo divertirse. Ante sentencia tan radical, es preguntado acerca de su visión sobre el trabajo, el matrimonio, la literatura, la ciencia, el teatro, el amor a la patria y la política. Todos sus posicionamientos dejan en evidencia su completa ausencia de virtudes, su ambición egoísta y completamente vanidosa. No hay un solo aspecto vital que pueda apartarle de su filosofía lúdica y misántropa en aras del propio beneficio.
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La gruta del amor
García Sánchez • El Periódico para Todos • Narrativa romántica • 1875
Cuento que narra el final trágico de un amor prohibido por los familiares.
Este cuento, definido como tradición por pertenecer al grupo de relatos que, a través de la tradición oral, perviven y definen los usos y costumbres de un determinado pueblo, nos lleva hasta la costa cantábrica, a medio camino entre Cantabria y Asturias. Ahí es donde el narrador llega hace dos años por vacaciones, descubriendo una deliciosa playa creada de forma natural por la erosión constante de las olas. Es, asimismo, el lugar donde una aldeana le refiere la historia que ahora nos cuenta, que gira en torno a la llamada gruta del amor. La historia que se encierra en ella es la de un amor imposible entre dos jóvenes a los que unos padres enemistados prohíben relacionarse de modo alguno. La historia de una tragedia de pasión eterna.
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La verdadera belleza
Barrera • Almanaque literario e ilustrado • Tema narrativo: vida interior • 1873
Cuento donde se contraponen vanidad y virtud, encarnadas en dos hermanas.
Ángela y Soledad son hermanas, aunque no tienen mucho que ver la una con la otra, ni en apariencia física ni en valores morales. Ángela es una muchacha tremendamente hermosa, al tiempo que queda definida por su coquetería, vanidad y superficialidad. Soledad, por otra parte, es una joven bastante fea en lo físico, aspecto que queda eclipsado por las virtudes de su honesto corazón. El tiempo pasará para ambas, demostrando, como ya se apunta desde el título, dónde radica la verdadera belleza.
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Los dos viejos
Zahonero • La Ilustración Española y Americana • Narrativa romántica • 1903
Cuento donde el amor y la juventud consiguen imponerse a la envidia y la vejez.
En el barrio de Chamberí viven dos ancianos. Por una parte está don Celestino, jovial y siempre alegre, como un niño ante un juguete. Por la otra don Baltasar, doce años menor, siempre feroz, colérico y de mal humor. El primero tiene por nieto a Juan. El segundo por sobrina a Ángeles. Los dos jóvenes se aman con verdadero amor. Sin embargo, don Baltasar se opone enérgicamente a sus relaciones. Don Celestino, ansioso de ver feliz a la pareja, opta por interceder, aunque sin éxito aparente. No obstante, con sus palabras consigue remover la conciencia de su vecino. Pasado un tiempo, estando don Celestino en su lecho de muerte, recibe la visita de don Baltasar, incapaz de dejarlo marchar sin haber sostenido antes con él unas últimas palabras.